Historiadores primitivos de Indias: Verdadera historia de la conquista de la Nueva-EspañaM. Rivadeneyra, 1862 |
Términos y frases comunes
adelante adonde agora Alonso Alonso de Avila amigos aposentos Atabalipa ballesteros Bartolomé de Olmedo bastimento batallas bergantines buen caballo caciques camino canoas capitan capitanes CAPITULO Castilla Cempoal cerca ciudad conquistadores Cortés cosas Cristóbal de Olí Cuzco daban decia Dejemos dellos desbaratado desque desto dias dice Diego de Ordás Diego Velazquez digo dijeron dijo dió diré ello eran escopeteros escuadrones estaba Francisco fray fueron fuese fuimos Garay gente Gobernador Gonzalo de Sandoval grandes Grijalva Guatemuz guerra guerreros habia hablar hallaron heridos hicieron hizo hubo ídolos indios Iztapalapa leguas licenciado llaman llegó llevar luego Luis Marin majestad Malinche mandó manera mataron mejicanos Méjico mensajeros Montezuma muerte murió Narvaez navíos noche nues Nueva-España Pánfilo de Narvaez pasó Pedro de Albarado plática poblar podian preso provincia pueblo queria real recebir salir sazon soldados supo tambien tenia teules Tezcuco tierra Tlascala tlascaltecas traian tuvo venian villa vino volver Xicotenga
Pasajes populares
Página 294 - Bautista, con otro letrero ; y también traía en el dedo un anillo muy rico con un diamante, y en la gorra, que entonces se usaba de terciopelo, traía una medalla, y no me acuerdo el rostro que en la medalla traía figurado la letra d'él; mas después, el tiempo andando, siempre traía gorra de paño sin medalla.
Página 32 - ... que Dios la había hecho mucha merced en quitarla de adorar ídolos ahora y ser cristiana, y tener un hijo de su amo y señor Cortés, y ser casada con un caballero como era su marido Juan Jaramillo...
Página 59 - Dejemos esto, y digamos cómo doña Marina, con ser mujer de la tierra, qué esfuerzo tan varonil tenia, que con oír cada día que nos habían de matar y comer nuestras carnes, y habernos visto cercados en las batallas pasadas, y que ahora todos estábamos heridos y dolientes, jamás vimos flaqueza en ella, sino muy mayor esfuerzo que de mujer...
Página 22 - Y asimismo la india mujer del Gonzalo habló al Aguilar en su lengua muy enojada, y le dijo: «Mira con qué viene este esclavo a llamar a mi marido: ios vos, y no curéis de más pláticas...
Página 76 - ¡Qué voluntad tienen estos traidores de vernos entre las barrancas para se hartar de nuestras carnes ! Mejor lo hará nuestro señor...
Página 306 - Roma, los bautizan; y demás desto, con los santos sermones que les hacen, el santo Evangelio está muy bien plantado en sus corazones, y se confiesan cada año, y algunos de los que tienen más conocimiento a nuestra santa fe se comulgan.
Página 53 - Paréceme, señores, que ya que no podemos hacer otra cosa, que se ponga una cruz." Y respondió el padre fray Bartolomé de Olmedo: "Paréceme, Señor, que en estos pueblos no es tiempo para...
Página 311 - ... crédito a lo que he dicho, que diese testigos y razones de algunos coronistas que lo hayan escrito, como suelen poner y alegar los que escriben, y aprueban con otros libros de cosas pasadas, y no decir, como digo tan secamente, esto hice y tal me acaeció, porque yo no soy testigo de mí mismo.
Página 359 - ... hermosa que quedaba atrás con otra gente suya que luego vino. Y como el licenciado Juan de Vadillo le viese de aquella suerte, preguntóle que para qué...
Página 330 - Atabalipa era hombre de treinta años, bien apersonado y dispuesto, algo grueso; el rostro grande, hermoso y feroz, los ojos encarnizados en sangre; hablaba con mucha gravedad, como gran señor; hacía muy vivos razonamientos, y entendidos por los españoles, conoscían ser hombre sabio; era hombre alegre, aunque crudo; hablando con los suyos era muy robusto y no mostraba alegría.