expresion es una barrera insuperable. Como las riñas y accidentes se han multiplicado con el discurso del tiempo, se sigue de aquí que siempre hay desavenencias entre casi todas las tribus, y viven en una guerra perpetua; lo qual junto con su modo de vivir hace á los Beduinos una nacion militar, sin que jamas hayan adelantando en el arte de hacer la guerra. La disposicion de sus campamentos ó aduares es un circulo irregular, formado de una sola linea de tiendas más ó menos apartadas. Estas tiendas formadas de una tela de pelo de camello ó de cabra, son negras ó pardas, á diferencia de las de los Turcomanos que son blancas: estan extendidas sobre tres ó cinco palos derechos de cinco á seis pies de alto, lo que las hace muy baxas: desde lejos un aduar parece un conjunto de manchas negras, pero la vista perspicaz de los Beduinos las descubre desde larga distancia. Cada tienda habitada por una familia está separada por medio de una cortina en dos porciones, la una para las mugeres : el espacio vacio, que queda en medio del circulo de las tiendas, sirve para encerrar el ganado por las noches. Jamas hacen atrincheramientos: los perros son las únicas guardias abanzadas: los caballos permanecen ensillados y dispuestos para montarlos á la primera alarma: como no reina en esto la mayor vigilancia, sucede con frecuencia que otros Arabes los sorprenden y les roban algunas reses: esta guerra de salteadores es la que mas ocupa á los Arabes. Las tribus que viven en la cercania de los Turcos estan aun mas expuestas, porque atribuyéndose éstos la propiedad de todo el pais á título de conquistadores, tratan á los Arabes como á vasallos rebeldes, y enemigos inquietos: baxo este principio no cesan de hacerles la guerra, ya oculta, ya abiertamente. Los baxaes hacen estudio de aprovecharse de todas las ocasiones de inquietarlos; ya les disputan un territorio que les han dado en arrendamiento, ya exigen de ellos avanias, como un tributo convenido. Quando hay division entre los xeques, socorren ya á uno, ya á otro partido, hasta que logran destruirlos á los dos. A veces hacen envenenar ó asesinar á los xeques, cuyo valor ó talento les dá recelos, aunque sean sus aliados. Los Arabes por su parte miran á los Turcos como á unos usurpadores y traidores, y siempre andan buscando ocasiones de hacerles algun daño: por desgracia, el peso descarga siempre sobre los inocentes, que son los mas débiles, y los labradores son los que pagan los excesos de los militares. : 1 Tal es la situacion de los Arabes en lo exterior: está sujeta á grandes vicisitudes, segun la buena ó mala conducta de sus xefes. A veces una tribu debil se ensalza y hace poderosa, al paso que otra va decayendo y se aniquila, no porque perezcan todos sus individuos, sino porque se incorporan con otra. Esto depende de la constitucion interior de las tribus: cada una se compone de una ó muchas familias principales, cuyos miembros tienen el título de xeques ó señores, los quales corresponden á los nobles de nuestros paises. Uno de estos xeques manda á todos los demas, y es como un general de aquel pequeño exército. A veces toma el título de emir, que significa comandante y príncipe: su poder es proporcionado al número de hijos, parientes y aliados : á esto añade los criados, á los quales hace muy adictos á su persona, proveyéndolos de todo lo necesario. Ademas se agregan á este xefe otras familias, que no siendo bastante poderosas para vivir independientes, tienen necesidad de la proteccion de estas alianzas: esta reunion se llama kabilé ó tribu. Se las distingue con el nombre de los xefes, ó por el de la familia comandante. Quando se habla de sus individuos en particular, los llaman hijos de tal xeque, aunque no sean todos de su sangre, y aunque él haya muerto mucho tiempo antes. Este modo de hablar ha pasado por metáfora á los paises; la frase ordinaria para expresar á los habitantes, es decir los hijos de tal pais; por exemplo ulad Masr, los hijos del Egipto, ulad Cham, los 1 hijos de la Siria. Este uso es muy antiguo, pues lo vemos con mucha frecuencia en la Sagrada Escritura; por exemplo, las hijas de Sion, &c. El gobierno de estas sociedades tiene algo de todas las formas conocidas, y no se parece a ninguno : es republicano, porque el pueblo tiene influencia en todos los asuntos, y nada se hace sin el consentimiento de la pluralidad: es aristocrático, porque las familias de los xeques tienen ciertas preeminencias; y es monárquico, porque el xeque principal tiene un mando casi absoluto. Quando es un hombre de talento, puede dar á su autoridad la mayor extension, pero no puede excederse de ciertos límites. En efecto, si un xeque matase á un Arabe, le seria casi imposible evitar el castigo : la venganza del agraviado no respetaria á su persona, y sufriria la ley del talion : sino pagaba la sangre, seria infaliblemente asesinado, lo que seria muy facil en vista del modo de vivir sencillo de los xeques. Si molestase mucho á sus subditos, le abandonarian, y se pasarian á otra tribu : sus mismos parientes se aprovecharian de las faltas de los xeques, para deponerlos y ocupar su lugar. No tiene el xeque el recurso de las tropas estrangeras, pues no tienen con que mantenerlas, como que no perciben ningun tributo de la tribu : la mayor parte de sus subditos está reducida á lo puramente necesario, y el mismo xeque tiene mucho que hacer para mantener su familia, y hacer otros gastos con sus cortos bienes. En efecto, el xeque principal es el que en todas las tribus está encargado de hacer el gasto á todos los que llegan á su aduar: recibe á los huespedes que vienen con algun encargo de sus aliados, ó por algun otro asunto: junto á su tienda hay un gran pabellon, que sirve para hospedar á todos los pasageros. En él se tienen las juntas frecuentes de los xeques y de los principales, para decidir sobre los campamentos, marchas, paz, guerra, asuntos entre los particulares, &c. A todos los que se presentan es preciso darles café, pan cocido debaxo del rescoldo, arroz, y á veces cabrito ó camello asado: en una palabra, debe tener mesa franca para todos los que vengan. Su crédito y poder dependen de su generosidad: el Arabe hambriento cuenta por la primera de las virtudes la liberalidad. Para ocurrir á tantos gastos el xeque no tiene mas recurso que sus ganados, á veces algun campo sembrado, lo que le toca de los robos, y los portazgos de los caminos; todo lo qual es muy poco. Quando se trata de Beduinos, no debemos dar á las palabras príncipe ó señor el sentido que tienen entre nosotros; un xeque Beduino, que manda en quinientos hombres de á caballo, él mismo da de comer y beberá su caballo, le ensilla y le enfrena: |