Ilanura. La nacion se compone enteramente de labradores, otra causa que influye mucho en sus buenas costumbres: cada qual trabaja por sí mismo el terreno que posee ó que toma en arrendamiento. Los mismos xefes viven tambien así, y no se distinguen de la otra clase mas que en una mala peliza, un caballo, y algunas ligeras ventajas en la comida y en sus casas : todos viven con frugalidad sin luxo, pero sin privaciones dolorosas. Generalmente hablando, la nacion es pobre, pero á nadie falta lo necesario; y los mendigos que allí se ven, vienen de otros paises. El derecho de propiedad es tan respetado como en Europa, y no se ven allí aquellos despojos violentos, ni avanias tan frecuentes entre los Turcos. Se camina de dia y de noche con una seguridad desconocida en todo lo demas del imperio turco. Los estrangeros encuentran allí la hospitalidad lo mismo que entre los Arabes. Arreglándose exactamente á los preceptos de nuestra santa religion, no tienen mas que una muger, y se casan sin conocer ni tratar á sus mugeres. Por un efecto de la desconfianza que inspira el pais en que viven, van siempre armados de una escopeta y un puñal, así los nobles como los demas, lo qual les proporciona estar siempre prevenidos contra las asechanzas de los Turcos. Como no mantienen tropas regladas, todos estan obligados á marchar quando hay guerra; y si estas tropas estuviesen bien disciplinadas, valdrian mas que muchas de las de Europa. Por las listas que se hicieron años pasados, constaba que habia treinta y cinco mil hombres en estado de tomar las armas: segun las proporciones regulares, este número de soldados supone una poblacion de unas ciento y cinco mil almas: si á éstos se añaden los sacerdotes, religiosos y religiosas, repartidos en mas de doscientos conventos, y ademas la gente que habita en las villas marítimas como Djebel ý Batrum, ascenderá el total á medio millon de habitantes. Este número comparado con la superficie del pais, que es de unas ciento y cincuenta leguas quadradas, dá setecientos sesenta habitantes por cada legua quadrada, poblacion muy considerable, si se atiende á que una gran parte del Líbano está compuesta de peñascos inhabitables, y que el terreno aun en los parages cultivados es aspero y poco fertil. EL VIAGERO UNIVERSAL. QUADERNO QUINTO. CARTA XXVII. Otros habitantes de la Siria. En el corto espacio que compone el pais de los Maronitas, hay mas de doscientos conventos de religiosos y religiosas: siguen la regla de San Antonio, y la observan con una exactitud, que recuerda la austeridad de los tiempos primeros del estado monástico. El vestido de los monges es de una lana parda y grosera, como la de nuestros Capuchinos: su alimento es como el de los cam pesinos, excepto que nunca comen carne. Ayunan con mucha frecuencia y rigor; su oracion y rezos de dia y de noche son muy largos: lo restante del tiempo se emplean en cultivar la tierra, y en arrancar piedras para formar las paredes que sostienen los planos ó terrados en que plantan las vides y las moreras. En cada convento hay un religioso para cada uno de los oficios de la vida : en todos los pueblos donde hay convento de religiosos hay otro de religiosas, y jamas se ha verificado el menor escándalo. Las monjas tienen tambien una vida muy laboriosa, repartida entre la contemplacion y el trabajo de manos: de aquí es, que estos conventos en vez de perjudicar á la poblacion, contribuyen muy eficazmente á aumentar las producciones de la labor y de todo lo necesario para la vida en una proporcion superior al consumo de los habitantes. El convento mas notable de los Maronitas es el de Koz-haié, á seis horas de camino al este de Trípoli. Estos monges tienen en Roma un seminario, adonde envian varios jóvenes á estudiar; y por medio de esta comunicacion con la cátedra de San Pedro, centro y escuela de la verdadera religion, se conservan los Maronitas en la pureza de la fé católica. En Gazir, Trípoli y Berito hay misioneros Capuchinos, que trabajan con el mayor zelo, predicando en sus iglesias, y enseñando á los niños á leer, escribir y la doctrina christiana. Ya he dicho que los Jesuitas tenian otra mision en Antura, la qual está ahora á cargo de los Lazaristas. Con estos auxilios se observa mas civilidad entre los Maronitas, que en ninguna otra parte de la Siria; y el arte de escribir es tan comun entre ellos, que de todas partes los buscan para los mismos empleos que en Egipto tie nen los Coptos. Así es como la verdadera religion, al mismo tiempo que instruye á estas gentes en las máximas tan importantes para la salvacion de sus almas, contribuye tambien con la mayor eficacia á hacerlos mas felices en este mundo. Los Drusos ó Derús, cuyo nombre hizo algun ruido en Europa á fines del siglo XVI, son una pequeña nacion, que por su género de vida, forma de gobierno, lengua y costumbres, se parece mucho á los Maronitas; solamente tienen la desgracia de ser diferentes en la religion. La de los Drusos fue por largo tiempo un problema, pero ya se ha descubierto el misterio, y puedo daros una idea exacta de ella, así como de su origen que está enlazado con ella. Veinte y tres años despues de la muerte de Mahoma, la discordia entre Aly, su hierno, y Moavia, gobernador de la Siria, habia causado en el imperio Arabe el cisma que aun subsiste: los Mahometanos se dividieron en dos sectas principales, que son la de Aly y la de Omar, y cada una de éstas se subdividió despues en otras muchas, A principios del siglo undécimo el Egipto se hizo el teatro de una secta de las mas estrañas: oigamos lo que sobre esto dice un autor Arabe, El-Makin. „El año 386 de la hegira (996 de J. C.) ocupó el trono de Egipto en la edad de once años el tercer Ca |