Griegos Beruto. Está situado en una llanura, que desde el pie del Líbano se introduce en punta en el mar por espacio de dos leguas: hay en ella una grande rada donde desemboca el rio Nahr-Berito. Este rio en invierno sale de madre, por lo que ha sido preciso construir un puente considerable, pero está tan arruinado, que no se puede pasar por él: el fondo de la rada es un peñasco que corta los cables de las anclas, y hace poco seguro este fondeadero. Desde esta rada caminando hácia la punta al oeste se halla la ciudad de Berito: hasta estos últimos tiempos habia pertenecido á los Drusos, pero Djezar se la ha quitado, y ha puesto en ella guarnicion Turca. Sin embargo, continúa siendo el emporio del comercio de los Maronitas y de los Drusos, y por ella dan salida á su algodon y seda, con destino al Egipto: en cambio reciben arroz, tabaco, café y dinero: este comercio mantiene una poblacion de seis mil almas. El dialecto de los habitantes pasa por el peor de todos. El puerto de Berito formado como todos los de esta costa, está cegado con los escombros y la arena : la ciudad está rodeada de una muralla de piedra blanda, que cede á las balas de cañon, y por esto costó mucho trabajo á los Rusos, quando la atacaron. Ademas, esta muralla y sus torres viejas estan sin defensa: á esto se añaden otros inconvenientes, por los que Berito no puede ser una plaza fuerte, pues está dominada de collados, y carece de agua en lo interior. Djezar procuró construir una fuente pública como lo ha hecho en Acre, pero el canal no puede permanecer. Las excavaciones que se han hecho para formar cisternas, han hecho descubrir ruinas subterráneas, por las que se ve que la ciudad moderna ha sido construida sobre la antigua. Latakié, Antiochia, Trípoli, Sidon y la mayor parte de las ciudades de la costa se hallan en el mismo caso por un efecto de los terremotos que las han arruinado en varias épocas. Se encuentran tambien fuera de las murallas al oeste escombros y algunos trozos de columnas, por donde se infiere que esta ciudad fue antiguamente mas grande que al presente. La llanura que forma su territorio, está toda plantada de moreras blancas, que al contrario de las de Trípoli, son nuevas y lozanas, porque los Drusos las renovaban impunemente ; de aquí es que su seda es de muy buena calidad En el estío es incómoda la habitacion en Berito por su calor y agua tibia; sin embargo, no es mal sana. Dicen que antiguamente era esta ciudad enfermiza, pero que se corrigió este defecto con haber plantado un bosque de pinos que subsisten á una legua al sur de la ciudad. Los religiosos del convento de Mahr-Hanna citan la misma observacion relativamente á otros monasterios, y aseguran que desde que las cumbres se han cubierto de pinos, las aguas de varias fuentes se han hecho mas sanas y abundantes, lo qual es una cosa demostrada por mil experiencias. El pais de los Drusos ofrece pocos lugares interesantes: el mas notable es. Der-elkamar, ó casa de la luna, que es la capital y la residencia de los emires : ésta no es propiamente una ciudad, sino una grande villa mal construida y muy sucia. Está situada en la falda de una montaña , por cuyo pie corre uno de los brazos del antiguo rio Tamyras, que hoy es un arroyo llamado Damur. Su poblacion se compone de Griegos, católicos y cismáticos, de Maronitas y de Drusos, en número de quince á diez y ocho mil almas. El serrallo ó palacio del emir no es mas que una casa grande, que amenaza ruina. Zahlé es una aldea al pie de las montañas en el valle de Bekaa : en estos últimos tiempos este pueblo se ha hecho el centro del comercio entre Balbek, Damasco y Berito con lo interior de las montañas. Dicen que se fabrica aquí moneda falsa; pero los que contrahacen las groseras piastras turcas, no han podido imitar el cuño fino de los dahlers de Alemania. Me habia olvidado de advertir, que el pais de los Drusos está dividido en katas ó secciones, cada una de las quales tiene un carácter que la distingue. El Matné, que está al norte, es el mas peñascoso y abundante en minas de hierro : el Garb, que se le sigue, tiene los mas bellos pinos; el Sahel, ó pais Ilano, es fertil en viñas y moreras: el Chuf, donde está Der-el-kamar, produce la mas bella seda: el Tefah abunda en manzanas: el Chakif tiene los mejores tabacos : en fin, dan el nombre de jurd á toda la region mas elevada y mas fria de las montañas, adonde los pastores llevan sus ganados por el estío. Los Drusos han dado acogida á muchos Griegos católicos y Maronitas, y les han concedido terrenos para fundar conventos: los Griegos aprovechándose de este privilegio han fundado doce en el siglo XVIII: el principal de todos es el de Mar-hanna: este monasterio está situado enfrente de la aldea de Chuer sobre una pendiente escarpada, por cuyo pie pasa en invierno un riachuelo que va á parar á Nahr-el-kelb. Este convento construido en medio de peñascos no tiene nada de magnífico, y en él hay unos quarenta religiosos, que viven con bastante estrechez, y hacen una vida exemplar. Uno de los grandes beneficios que este convento acarrea, es una imprenta árabe, la única que ha prosperado en el imperio Turco: hace mas de setenta años, que se halla establecida, y como este es un objeto de tanta consecuencia, voy á referir la historia de este establecimiento. En los primeros años del siglo XVIII, los Jesuitas aprovechándose de la proteccion que les daba Luis el grande, desplegaron en su colegio de Alepo todo el zelo por la instruccion de los fieles, que han manifestado en todas partes con tanto fruto. Habian fundado en esta ciudad una escuela, donde se esmeraban en instruir á los niños en el sólido conocimiento de la religion católica. Para poder hacer mas fruto, resolvieron instruirse á fondo en el árabe: el orgullo de los doctores musulmanes repugnaba abrir estas fuentes á los que ellos llaman infieles, pero su avaricia prevaleció á su orgullo y fanatismo: por medio de algunas bolsas de piastras la ciencia tan ponderada de la gramática y del nahú se introduxo entre los católicos. El que mas se distinguió por los progresos que hizo, fue uno llamado Abdallah-Zajer, y á su ciencia añadia un zelo ardiente en esparcir la verdadera doctrina. Los cismáticos picados de los triunfos que sobre ellos conseguia Abdallah, solicitaron su ruina en Constantinopla: el patriarca cismático le calumnió ante el visir como un hombre muy perjudicial: el visir fingió, que no lo creia: el patriarca apoyó sus calumnias con algunas bolsas de piastras, á cuyo argumento no hallan réplica los Turcos, y despachó un jat-cherif, que es una orden para cortar la cabeza á Abdaliah. Por fortuna fue éste avisado con tiempo, y pudo escaparse, |