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siembran poco, porque es el que mas excita la avaricia de los Turcos, y los robos de los Arabes. En general, este pais es de los mas asolados de la Siria, porque siendo el mas propio para las correrias de la caballeria, y cercano al desierto, está expuesto á los Beduinos, los quales no gustan de las montañas. Hace tiempo que estos Arabes disputan este pais á los Turcos y á los demas que estan establecidos en él: han conseguido que se les cedan terrenos, pagando cierto tributo, y desde allí infestan los caminos, en términos que no se puede caminar con seguridad desde Gaza hasta Acre.

La Palestina es un distrito independiente de todo pachalic: á veces ha tenido gobernadores propios, que residian en Gaza con el título de baxaes, pero en el dia está dividida en tres gobiernos ó melkanés, es á saber, Jafa, Lud y Gaza: el primero es patrimonio ó renta de la sultana madre; el capitan baxá ha recibido los otros dos en recompensa de sus servicios: éste los da en arrendamiento á un agá, que reside en Ramlé, y que le paga doscientas quince bolsas. Jafa está gobernada por otro agá, que paga ciento veinte bolsas á la sultana madre: para indemnizarse tiene todo el producto del miri, el de la capitacion de esta ciudad y el de algunas aldeas vecinas; pero el artículo principal de sus rentas es la aduana, que cobra de todas las mercaderias que entran y salen. Esta produce bastante, porque viene á Jafa el arroz que Damieta envia á Jerusalen, las mercaderias de Ramlé, los peregrinos de la Moréa y Constantinopla, y los géneros de la costa de Siria: por aquí salen tambien los algodones hilados de toda la Palestina, y los géneros de exportacion de este pais. La fuerza militar de este agá se reduce á unos treinta fusileros á pie y á caballo, que apenas bastan para guardar sus dos puertas, y ahuyentar de ellas á los Arabes.

Jafa, como puerto de mar y plaza fuerte, nada vale, pero tiene proporcion para ser uno de los lugares mas interesantes de la costa por causa de dos fuentes de agua dulce que se hallan en su recinto en la orilla del mar. Su puerto, que en el dia está cegado, si lo limpiasen podria admitir unos veinte navios de á trescientas toneladas: los que se dirigen ahora á esta ciudad, tienen que anclar en el mar á una legua de la costa, y aun allí no estan seguros, porque el fondo es un banco de roca y de coral, que se extiende hasta enfrente de Gaza. Antes de las últimas guerras esta ciudad era una de las mas agradables de la costa : sus cercanias estaban cubiertas de una selva de naranjos, limoneros, palmas y otros árboles. Mas allá los campos estaban llenos de olivos tan grandes como nogales; pero habiéndolos cortado los Mamelucos por su natural propension á destruir, Jafa ha perdido la mayor parte de sus ventajas y atractivos: por fortuna los bárbaros asoladores no pudieron quitarla las fuentes de agua dulce, con que riegan sus huertas, con cuyo auxílio han vuelto los troncos á brotar nuevas ramas, y se van restableciendo las arboledas.

A tres leguas al este de Jafa está la aldea de Lud, antiguamente Lyda y Dióspolis, la qual presenta el aspecto de una ciudad acabada de asolar, pues no se ve mas que ruinas y escombros. Sin embargo, hay en Lyda todas las semanas un mercado, adonde los aldeanos de las cercanias van á vender su algodon hilado. Los pobres Christianos que allí habitan, muestran con veneracion las ruinas de la iglesia de San Pedro, que habitó en esta ciudad, y hacen sentar á los estrangeros sobre una columna, que sirvió á este Santo Apóstol para descansar: tambien muestran el parage donde predicaba, donde hacia oracion, y donde obró varios prodigios. Todo este pais está lleno de las huellas de los Santos Apóstoles, y causa el mas vivo dolor verlos reducidos á tal desolacion.

Fin del Quaderno V.

D

EL VIAGERO UNIVERSAL.

QUADERNO SEXTO.

CARTA XXXI.

Continuacion de la Palestina.

A un quarto de legua de Lyda ó Lud está Ramlé, la antigua Arimathea, pátria del Santo Josef, de quien se hace mencion en el Evangelio. Esta ciudad está casi tan arruinada como Lud, y por todas partes no se encuentra mas que escombros: el agá de Gaza tiene aquí su residencia en un edificio, llamado palacio, que se está arruinando por todas partes. ¿Por qué, pregunté al agá, no haces componer siquiera la pieza en que duermes? Y si el año que viene, respondió, me echan de aquí, como sucede regularmente, ¿quién me pagará los gastos ? Esta es la causa de que los Turcos todo lo dexen des truir, y no reedifiquen nada: lo mismo que sucede con los edificios, se verifica en los demas ramos de su gobierno. Son como el salvage de América, que para coger la fruta

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de un árbol, lo derriba con su hacha: el árbol cortado no producirá mas fruta; ¿pero qué le importa al que va de paso, y no ha de volver por allí jamas ? Lo que le interesa es socorrer de pronto su necesidad presente : el que venga despues, si ya no encuentra arboles que cortar, que perezca de hambre. Unos cien ginetes y otros tantos Berberiscos que mantiene este agá, estan alojados en una iglesia antigua de Christianos, cuya nave sirve de establo : abominacion que no se puede ver sin lágrimas. La campiña de los contornos está llena de olivares soberbios muy bien plantados; la mayor parte de los olivos son tan grandes como nogales, pero se van destruyendo con la vejez, con los estragos de las guerras, y por la malignidad de los habitantes; pues quando alguno quiere vengarse de su enemigo, corta sus olivos, ó los taladra por el tronco, de suerte que se van secando. Quando se anda por estos plantíos, se encuentran á cada paso pozos secos, cisternas hundidas, y vastos depósitos de agua embobedados, lo qual prueba que esta ciudad tuvo antiguamente mas de legua y media de recinto; en el dia apenas tiene doscientas familias. El poco terreno que algunos de estos habitantes cultivan, pertenece al Mufti, y a dos o tres parientes suyos: el único recurso de los demas es hilar algodon. Tambien se fabrica aquí xabon, que

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