rosas de que éstas últimas se alimentan, dan á su carne un gusto exquisito y un olor agradable. La caza es aquí la principal diversion de los Europeos, para lo qual mantienen caballos y perros á mucha costa. Las aves mas comunes son el francolin, la perdiz, la chocha, la codorniz y el tordo, y valen muy varatas: los demas páxaros son tan abundantes que se dan casi de valde. Los becafigos son muy mantecosos, y como abundan tanto, que no se pueden consumir todos los que cogen, les quitan las cabezas y las piernas, los cuecen ligeramente, y los escabechan para enviar á varios paises, donde son muy estimados, y con razon. Todos los años salen de la isla mas de quatrocientos barriles de estos paxaros escabechados, y son una comida exquisita. Por los meses de julio y de agosto se ven grandes vandadas de buitres; pero éstas son aves de paso, todas las demas se crian en la isla. Entre los animales venenosos hay una especie de serpiente, cuyo nombre griego significa sorda; su picadura es mortal: su cuerpo tiene un codo de largo, y una pulgada de grueso: su color es amarillo y negro, con dos cuernecillos sobre la cabeza, por lo que creo, que la denominacion que le dan ahora los Griegos es impropia, pues no es sorda, y me parece que es la cerastes de los antiguos. Como estas culebras se ocultan entre los sembrados, los segadores atan á las hoces cascabeles para espantarlas, lo que no sucederia si fuesen sordas. En la aldea de Tremitiu hay una familia griega, en la qual dicen que es hereditaria la virtud de curar la picadura de estas serpientes: ví dos personas mordidas por ellas ser curadas por uno de esta familia, y otros que no quisieron acudir á este remedio, murieron algun tiempo despues. La ignorancia supersticiosa de estas gentes les ha hecho creer, que esta virtud de curar consiste en el simple tacto de las personas de esta familia; pero lo cierto es, que al tiempo de tocar la picadura, aplican ciertos polvos, que causan un dolor muy vivo, pero momentáneo, y esto es lo que los sana. La tarantula de Chipre es una araña que tira á negro, cubierta de un vello largo ; su picadura no es mortal, pero causa dolores muy agudos con calentura. La picadura de la galera es mortal : este es un animal de medio pie de largo, delgado y aplastado, de color amarillo, guarnecido de gran multitud de pies, que mueve uniformemente como los remos de una galera, y por esto le han dado este nombre. Hay ademas una culebra negra de dos ó tres codos de largo, que no es venenosa : la cogen con la mano sin peligro, y quitándola el pellejo, comen su carne que dicen es muy buena. Los caballos de Chipre no son buenos para la carrera, pero hay algunos en Pafos muy estimados por su paso redoblado y veloz, que sin incomodidad del ginete continúan por espacio de seis horas. Los asnos tienen tambien igual paso, y lo mismo las mulas, que pasan por las mejores de todo el Levante. El ganado vacuno es pequeño y flaco; los Griegos jamas comen su carne; tienen por máxima, que el animal que labra la tierra, el criado del hombre, el compañero de sus nobles trabajos no debe servir para alimentarle con su carne. La de los carneros es tierna y delicada; los hay muy bellos, cuya cola pesa cincuenta libras. Muchos de ellos tienen tres y hasta cinco astas: no los castran, esta operacion no se hace sino con los cabritos, que son la carne usada en el estío. No hay cosa mas bella que los rebaños de cabras ; la suma limpieza de estos animales, la variedad de sus colores, y las varias manchas que hermosean su piel ofrecen un espetáculo muy agradable, quando trepan ligeramente por los peñascos, ó corren con la mayor velocidad por aquellos campos. Los galgos son excelentes, y apenas Jos sueltan, vuelan como un relampago sobre la presa, de suerte que suelen escoger los mas pesados para gozar mas bien de la diversion de esta caza. ¡Qué diferencia entre los Griegos antiguos y modernos relativamente a las luces! 1 No son ya aquella nacion que parecia privilegiada por la naturaleza con los mas sublimes ingenios: no se ven ya en la Grecia aquellos paises encantadores, donde baxo un cielo puro y sereno se criaban aquellos hombres, en quienes parecia innato el amor á las ciencias, á la libertad, á todo lo grande, el gusto mas exquisito, y los conocimientos mas delicados. En el dia muestran el triunfo mas completo de la ignorancia. El Mahometano, estupido adorador del oro, desprecia los medios nobles y puros que para adquirirlo le ofrecen las artes y las ciencias, y solo conoce los viles y crueles recursos de la mas feroz tiranía. El reyno de Chipre, toda la Siria, la mayor parte del Asia y la Turquia Europea son tristes exemplos de esta verdad: en estos paises no se exercen mas artes que las de pura necesidad, y algunas de un luxo bárbaro. Todo ha padecido el yugo del despotismo, todo ha desaparecido: las tinieblas mas espesas de la mas crasa ignorancia cubren estas regiones tan fecundas en maravillas. Sin embargo, se reconocen todavia en los Griegos algunos rastros de lo que fueron; pero la sutileza que en ellos se observa, no es mas que la destreza para engañar: las astucias mas refinadas, las perfidias mas bien urdidas son lo que mas los distingue, y raros son los que pueden escaparse de sus lazos. Es muy raro el que cultiva las letras, y el último esfuerzo de su ingenio es entender el griego literato, sin comprender nada de lo que se conserva de la sabiduria antigua. Este es el quadro general de Chipre; observemos ahora algunas de las partes de esta isla en particular. CARTA XXXVI. Varias ciudades de Chipre. El puerto de Salinas en la parte meridional de la isla es uno de los mas florecientes del reyno, lo qual es efecto de su situacion ventajosa, y de su cercania á Larnica, que es el centro del comercio de Chipre. Este puerto era antiguamente concurrido por todas las naciones, pero en el dia no es ya sombra de lo que fue. A la orilla del mar está la aldea de Salinas, y se extiende mas á lo largo que á lo ancho: se ve en ella una ciudadela construida por los Turcos en 1625, con varios cañones, que tienen las armas de la república de Venecia. Este edificio está en parte arruinado; pero el estado miserable de esta ciudadela no impide el tener en ella una corta guarnicion y un gobernador. No sirve en el dia mas que para saludar á los navios de las potencias estrangeras, que vienen á esta rada. A algunos pasos de la ciudadela hay un vasto recinto semejante á un |