ya una excelente fábrica de pólvora, que fabríca al dia unas mil libras, y es de superior calidad á la de Francia. Tambien se han establecido telares para paños, cuyas muestras han venido ya á Europa, y ademas otras muchas manufacturas. Se han establecido cátedras de matemáticas y de otras ciencias; se ha formado tambien una biblioteca pública, y el Instituto no cesa de trabajar en todos los ramos con la misma actividad que el de París. Lo principal de todo es el divan que ha formado Menou para la mejor administracion de la justicia, compuesto de Egipcios musulmanes de acreditada probidad: las demas naciones tienen tambien sus tribunales particulares. Cotejando lo que era el Egipto antes de la conquista de los Franceses, con lo que es en el dia a pesar de los trabajos, inquietudes y falta de todo auxilio de la metrópoli, que son consecuencias del estado actual en que se halla, podeis hacer juicio de lo que será dentro de algunos años, quando cesen todos estos obstáculos; y de las grandes ventajas que ha acarreado á la humanidad el haber sacado el Egipto de manos de los bárbaros. CARTA XXIV. Viage á Siria. Antes de pasar á la Siria, quise ver la ciudad de Damieta, y para este efecto alquilé un kanja ó barco pequeño, y en él baxé por el Nilo hasta aquella ciudad desde el Cairo. De paso observé varias ciudades considerables, y entre otras Mansura, célebre por la derrota que en ella padeció San Luis, rey de Francia, como lo indica su nombre, que significa campo de la victoria. Mansura, situada entre el Cairo y Damieta, es el lugar donde se detienen los que pasan de una ciudad á otra, y esta situacion la acarrea grandes ventajas. Tiene siete mezquitas; no pude hacer juicio de su poblacion, por haberme detenido muy poco en ella. En el mismo camino, casi á la mitad de la distancia entre el Cairo y Damieta, se hallan Sifté y Mi-el-Grammer, ciudades de segundo orden, muy pobladas principalmente de Mahometanos, pues se ven muy pocos Coptos: estas ciudades estan situadas en las dos orillas opuestas del Nilo, cuyo canal bastante profundo, pero estrecho en este parage, tendrá unas trescientas varas de un lado á otro. Debo advertir en general, que este rio tan célebre no tiene en su mayor anchura, exceptuando el tiempo de la inundacion, mas que unas novecientas varas: su cauce se estrecha á veces hasta unas cien varas, y su profundidad es de veinte y tres á veinte y quatro pies. ¡Qué diferencia entre este rio y los de América, donde el menor de los que contribuyen con sus aguas al Marañon es muchas veces mayor que el Nilo ! El canal del Nilo desde el Cairo hasta Damieta no forma casi ningun recodo : se ven en él algunas isletas muy pequeñas y 4 en corto número. La Delta contiene muchas ciudades tan populosas como Damieta, y las principales despues de ésta son Semenud y Menuf. Para que formeis una clara idea de la Delta, representaos una vasta llanura triángular cortada en todas direcciones de una multitud inumerable de canales pequeños : el de Menuf es el mas considerable: estos canales, y gran número de máquinas para sacar el agua, mantienen en todo este pais la mas abundante fecundidad. Por lo que hace a las grandes inundaciones del Nilo no cubren mas que un corto espacio en las cercanias del mar. Llegué á Damieta el 5 de diciembre de 1796, habiendo tardado tres dias en el viage: esta ciudad famosa por su puerto presenta por el lado del mediodia un aspecto muy agradable. Tiene casi la figura de media luna, construida sobre la suave pendiente del rio, y rodeada de tierras cultivadas que se extienden hasta el gran lago de Menzalé. Damieta está situada á unas seis millas del mar en un parage en que el Nilo está obstruido por una barra, que precisa á los navios á trasladar parte de su cargamento á barcos pequeños, y á no tomar toda su carga hasta despues de haber pasado la barra. El terreno de Damieta, que es de los mas fértiles del mundo, presenta sobre todo la mayor abundancia de naranjos, limoneros, y de toda aquella soberbia vegetacion de los paises orientales, que causa la mayor admiracion. Causome la mas agradable sorpresa quando por la primera vez vi descollar las puntas verdes de aquel papyro tan famoSO de cuya corteza se servian los antiguos para escribir, como ahora se hace con el papel. Esta planta se criaba antiguamente con tal abundancia en las cercanias de Damieta, que se empleaba, ademas de la escritura, en fabricar esteras, que se transportaban á todo Egipto. Los Mamelucos que por su crasa ignorancia y feroz tirania se complacian en desolar aquel abundante pais, habian sido causa de que el Nilo, que debia continuar su curso hasta Damieta, haya seguido el camino mas recto que le facilitaba el canal de Menuf, y su cauce antiguo, ya abandonado, se halla actualmente lleno de agua del mar. Por esta causa las plantas de papyro, y otras muchas de varias especies, privadas no solamente del jugo nutritivo que les daban las aguas del Nilo, sino tambien oprimidas por la perniciosa abundancia del agua salada, han quedado casi enteramente destruidas. He sabido de un Europeo, establecido en el Egipto por mas de quarenta años, que el papyro crecia ordinariamente hasta la altura de nueve pies, y á veces mas: que sus vastagos, que tendrian por lo menos una pulgada de diámetro, eran bastante fuertes para formar de ellos bastones. En las huertas de Damieta se hallan algunas moreras y bananas. Desde Damieta hasta la extremidad septentrional de la costa la ribera oriental del Nilo no presenta mas que pequeñas colinas de arena, por donde no se puede penetrar sino por medio de los cañaverales, que por todas partes cierran el paso. Damieta es el almacen de todas las mercaderias, que pasan del Egipto á la Siria, y al reves, y es el mercado donde se encuentran todas las producciones de la Delta, lo que hace muy ventajoso su comercio: éste consiste principalmente en arroz y en lino, que viene de la Siria en cambio del algodon trabajado en Damieta y en otros parages del Egipto. No reciben allí casi nada de Europa |