( se llama las grutas de Engaddi, adonde se retiran los salteadores, y en algunas de ellas caben quinientos hombres. Al este del Jordan y del lago otra cordillera de peñascos aun mas altos y escabrosos ofrece una perspectiva mucho mas lugubre, y anuncia desde lejos la entrada del desierto y el fin de la tierra habitable. La vista de estos lugares manifiesta que el punto mas elevado de la Siria es el Líbano al sudeste de Trípoli. Apenas se sale de Larnica en la isla de Chipre, se descubre á treinta leguas de distancia su cima nebulosa en el horizonte. Lo mismo se deduce del curso de los rios: el Oronte, que desde las montañas de Damasco va á perderse mas abaxo de Antioquia, el Kasmie, que desde el norte de Balbek se dirige hácia Tyro, y el Jordan, que se dirige hacia el mediodia, prueban que la elevacion general es en el punto indicado. A pesar de la altura del monte Líbano, no iguala á la de los Alpes, ni aun á la de los Pirineos. Entre los minerales que se encuentran en estas montañas, el hierro es el mas abundante; las montañas de Kesroan y de los Drusos estan lienas de minas de este metal. Se habla de una mina de cobre en Antabés, pero está abandonada: decian tambien, que se ha encontrado una mina que daba plomo y plata; pero como este descu brimiento hubiera arruinado la provincia, si hubiese llegado á noticia de los Turcos, han procurado ocultar todos sus indicios. El mediodia de la Siria indica que allí ha habido volcanes, y todas las apariencias lo estan demostrando. Las erupciones han cesado ya hace mucho tiempo; pero los terremotos suelen ser frecuentes todavia. La costa en general está sujeta á ellos, y la historia cita varios de ellos, que han trastornado á Antioquia, Laodicéa, Trípoli, Beryto, Sidon, Tyro &c. En el año de 1759 hubo un terremoto que causó los mayores estragos: dicen que en el valle de Balbek mató mas de veinte mil personas, cuya pérdida no se ha reparado. Por espacio de tres meses sus conmociones inquietaron tanto á los habitantes del Líbano, que abandonaron sus casas, y vivieron en tiendas de campaña. Un terremoto que hubo el año de 1796 destruyó la ciudad de Latakié, que es la antigua Laodicéa; pero este terremoto no fue tan fuerte como el del año de 1785, el qual mató mucha gente, y á él se siguió la peste, que hizo los mayores estragos. Se ha observado en la Siria, que los terremotos suce den casi siempre en el invierno despues de las lluvias del otoño; esta observacion, conforme con la que hizo en Berberia el doctor Shaw, parece indica, que la accion del agua sobre la tierra y los minerales secos es la causa de estos movimientos convulsivos. La Siria participa con el Egipto, la Persia y casi todo el mediodia de la Asia de otro azote aun mas terrible, que son las nubes de langosta. La gran cantidad de estos insectos asoladores es increible para el que no lo haya visto; cubren la tierra por espacio de muchas leguas: desde lejos se oye el ruido que hacen al devorar la yerba y los árboles. Seria menos perjudicial una invasion de Tártaros, que la de estos insectos: parece que el fuego ha abrasado todo el terreno por donde pasan: por donde quiera que llegan desaparece toda verdura: los árboles y plantas quedan reducidos á sus ramos y tallos denegridos, sucediendo de repente el aspecto horrible del invierno al de la amena primavera. Quando estas nubes de langosta levantan el vuelo, obscurecen enteramente el cielo, como un espeso nublado. Por fortuna este azote no es muy frecuente, porque de otra manera quedarian desiertos los paises que padecen esta plaga: ninguna otra acarrea mas fixamente el hambre y las enfermedades que la siguen. Los habitantes de Siria han observado, que la plaga de langosta no viene sino despues de unos inviernos muy benignos, y que siempre procede de los desiertos de la Arabia. Con esta observacion se explica muy bien la causa de t estas avenidas: como la suavidad del invierno conserva los huebos de estos insectos, se multiplican infinito y de repente; y apurando las yerbas del desierto, salen á buscar pasto por otros paises. Quando aparecen en las fronteras, los habitantes procuran auyentarlas con grandes humaredas; pero muchas veces les falta paja mojada para este efecto. Abren tambien fosos, donde se sepulta gran número de ellas; pero los dos enemigos mas poderosos contra estos insectos son los vientos del sur y del sudeste, y un paxaro llamado samarmar, que en vandadas sigue á la langosta, y no solamente las comen hasta saciarse, sino que matan todas quantas pueden; por lo que los naturales respetan mucho á estos paxaros, y está prohibido el matarlos. Los vientos del sur y del sudeste impelen violentamente las nubes de langosta sobre el Mediterraneo, y se ahogan en tan gran cantidad, que quando las olas las arrojan muertas á la playa, inficionan el ayre á largo trecho por espacio de muchos dias. Bien comprehendereis que en un pais tan extenso como la Siria la calidad del terreno no puede ser uniforme: en general el de las montañas es aspero, el de las llanuras muy substancioso, y que promete mucha fecundidad. En el territorio de Alepo hasta Antioquia parece la tierra ladrillo molido: sin embargo, el Oronte, que atraviesa por este parage, tiene las aguas blanquecinas, lo que proviene del terreno en donde nace; por todas las demas partes la tierra es negra, y parece de la mejor calidad. En algunas llanuras no se encuentra ningun guijo: las lluvias del invierno forman grandes lodazales, y en el estío el calor hace abrir grietas muy profundas como en Egipto. Los rios de la Siria son poco caudalosos: el Oronte y el Jordan, que son los mas considerables, apenas tienen sesenta pasos de ancho en su desembocadura, y no son muy profundos; los demas rios no merecen que se haga mencion de ellos, pues por el verano casi todos se secan, siendo mas propiamente unos torrentes producidos por las lluvias del invierno y por las nieves derretidas. Los obstáculos que las montañas oponen á la salida de estas aguas, han producido algunos lagos, como el de Antioquia, el de Alepo, el de Damasco, el de Hulé, el de Tiberiades; pero sobre todos se distingue el lago Asphaltites ó mar Muerto: todos ellos excepto este último, son de agua dulce, y se crian en ellos varias especies de pescados, diferentes de los que conocemos. El lago Asphaltites no contiene ningun viviente, ni aun vegetal: no se ve ninguna verdura en sus orillas; pero no es cierto que sus vapores pestíferos maten de repente. Lo mas particular de este lago es, que sus aguas, siendo |