mas saladas que las del mar, son claras é incorruptibles. En la orilla de este lago hay minas de sal gemma, situadas en la falda de las montañas del sudoeste, de las quales se proveen los Arabes, y aun la ciudad de Jerusalen. Se hallan tambien en sus orillas pedazos de betun y de azufre, de que los Arabes hacen algun comercio. Se cree generalmente que la Siria es un pais muy caliente, pero conviene hacer distincion, primero por causa de las latitudes, entre las quales hay una diferencia de ciento y cincuenta leguas; en segundo lugar por causa de la division natural del terreno en pais llano y en montañas, entre los quales hay una diferencia de cinco á seis grados de calor en el termómetro de Reaumur. En el invierno todas las montañas se cubren de nieve, y ésta apenas quaja en las llanuras. Conviene, pues, distinguir dos climas muy diferentes; el uno muy cálido en el pais llano, y el otro templado en las montañas, y muy semejante al nuestro. De este modo la Siria reune en corto espacio de terreno las ventajas que en otros paises se hallan esparcidas á largas distancias: esto proporciona tambien el tener allí las producciones de los climas templados y de los calientes, pero falta la industria de los hombres. Sin embargo, á pesar de la barbarie é indolencia de sus actuales habitantes, produce trigo, 1 centeno, cebada, habas, algodon, y otras cosechas. La Palestina abunda en sésamo, de que hacen muy buen aceyte: el maiz prospéra en el terreno ligero de Balbek, y aun el arroz se cultiva con suceso en las orillas de la laguna de Hulé. Hace poco tiempo que empezaron á plantar cañas de azucar en las huertas de Sidon y Berito, y han probado tan bien como en la Delta. El añil se cria sin cultivo en las orillas del Jordan en el pais de Bisaro, y con poco cuidado adquiriria toda su perfeccion. En las laderas de Latakié se cria tabaco, que es la basa del comercio con Damieta y el Cairo; este cultivo está esparcido por todas las montañas. Por lo que hace á los árboles, el olivo crece á la altura de las hayas en Antioquia y en Ramlé: las moreras blancas forman todas las riquezas del pais de los Drusos por la bella seda que con ellas crian: las vides enlazadas en los árboles ó levantadas en emparrados producen vino blanco y tinto, que bien fabricados igualarian á los de Burdeos. Se veian en este pais algunas plantas del arbol de algodon de la India: hay limones, naranjos, pistachos, dátiles, higos, granadas, bananas, y otras muchas frutas de Europa. Con unas ventajas tan grandes del terreno y del clima no es estraño que la Siria haya pasado en todos tiempos por un pais delicioso, y que los Griegos y Romanos la ha yan contado entre sus mejores provincias, igualándola con el Egipto. No debo pasar en silencio las qualidades del agua y del ayre; estos elementos presentan algunas singularidades en la Siria. En las montañas y en toda la llanura elevada que corre al oriente de ellas, el ayre es sutil, puro y seco; al contrario en la costa, y principalmente desde Alexandreta / hasta Jafa es húmedo y craso. Asique, la Siria está dividida en toda su longitud en dos regiones diferentes, cuya linea divisoria son las montañas. Los efectos relativos á la salud son que el ayre del desierto y de las montafñas, saludable para los que no estan tocados del pecho, es dañoso para los delicados en esta parte, por lo que se envia á Alepo, á Latakié, ó á Sidon á los Europeos amenazados de tisis. Esta ventaja del ayre de la costa se recompensa con otros inconvenientes mas graves, y se puede decir, que en general es mal sano, que fomenta las fiebres intermitentes y pútridas, y las fluxiones de ojos, de que he hablado en el Egipto. Las aguas tienen otra diferencia : en las montañas las de las fuentes son ligeras y de buena calidad, pero las de la llanura son salobres, y cada vez se les va aumentando esta mala calidad á proporcion que se entra en el desierto, donde no se encuentra otra. Estos inconvenientes obligan á recoger el agua de las lluvias en cisternas y pozos bien cerrados. 1 El estado de la atmosféra en Siria, principalmente en la costa y en el desierto, es por lo general mas constante y regular que entre nosotros. Rara vez está el sol encubierto dos dias seguidos: durante todo el estío, se ven pocas nubes, y menos lluvias: éstas no empiezan á ser frecuentes hasta fines de octubre, y aun entonces no son largas ni abundantes. Los labradores las desean para sembrar lo que llaman la cosecha de invierno, esto es, el trigo y la cebada, y estas semillas se cogen en los paises calientes á fines de abril y en todo mayo, pero en las montañas no se siega hasta junio y julio. Las lluvias son mas frecuentes y fuertes por diciembre y enero, y en los paises elevados se convierten en nieve. Hay tambien algunas lluvias en abril y mayo, de las quales se aprovechan para las semillas del estío, que son el sésamo, el tabaco, el algodon, las habas, y las sandias. Lo restante del año es uniforme, y se quejan mas bien de la sequedad que de la abundancia de aguas. Por lo que hace á los animales domésticos, hay en en este pais las mismas especies que he dicho hablando del Egipto, y lo mismo digo de los silvestres. CARTA XXV. Habitantes de la Siria. Pasando ahora á los habitantes de la Siria, es de advertir que este pais ha padecido casi tantas revoluciones como el Egipto, y por consiguiente se han mezclado aquí varias castas de hombres. De unos dos mil quinientos años á esta parte, de que hay memoria, se pueden contar diez invasiones, que han introducido en la Siria naciones estrangeras, Primeramente los Asirios de Nínive, habiendo pasado el Eufrates setecientos cincuenta años antes de la era christiana, se apoderaron en espacio de sesenta años de casi todo el pais que está al norte de la Judea. Los Caldeos de Babilonia, habiendo destruido esta potencia de la qual dependian, ocuparon todas sus posesiones, y acabaron de conquistar la Siria, exceptuando la sola isla de Tyro. A los Caldeos sucedieron los Persas, conducidos por Cyro, y á éstos los Macedonios por Alexandro. Pareció entonces que la Siria iba á dexar de ser vasalla de potencias estrangeras, y que tendria un gobierno propio; pero no halló en los Seleucidas mas que unos opresores. Despues la Siria fue reducida por Pompeyo á provincia del imperio Romano. Cinco siglos despues, quando 1 |