La otra historia de México. Hidalgo e Iturbide: La gloria y el olvidoGrupo Planeta Spain, 2012 M03 29 - 100 páginas La otra historia de México. Hidalgo e Iturbide Esta es la otra historia de México, donde sus héroes y heroínas no son de bronce o mármol, sino hombres y mujeres sujetos a la grandeza y las miserias de la condición humana. Es aquella que nos permite replantearnos quién es el verdadero Padre de la Patria y cuestionar el papel de los llamados villanos y traidores que señalan los libros de texto. Como nunca antes, Armando Fuentes Aguirre "Catón" aborda el convulsionado periodo de la Independencia de México y retrata a sus protagonistas sin miramientos ni concesiones. Hidalgo, Morelos, Iturbide, Guerrero, Nicolás Bravo y todos los sin nombre, los que la historia olvidó, desfilan por las páginas de este libro con sus virtudes y desaciertos, sacrificios heroicos y traiciones despreciables. Si por sus actos serán recordados, ¿a quién mantener en la memoria histórica de un país que ha perdido la fe? Es esta, más que todo, una obra de divulgación. Fue escrita por un periodista, no por un historiador. Pero algo tiene de historiador el periodista. A nada aspira el que la escribió sino a ser acompañado en la aventura por los mismos cuatro lectores que ya otras veces lo han seguido. A ellos les dice el autor que lo que aquí van a leer No es histórico: es verídico. –Catón |
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... Guadalupe del Peñasco, llegó agitado y lleno de zozobra al oratorio de San Felipe Neri, en la Ciudad de México, y entre ahogos pidió ser recibido por el prepósito del templo, que era el reverendo padre José Tirado y Pliego. Poco le ...
... Guadalupe y lo demás. O sea que además de pendejo el conde era malo. Quienes reúnen ambas calidades suelen ser muy peligrosos, más por lo primero que por lo segundo. Hidalgo y la Güera Juan Garrido se llamaba ese cobardón,
... Guadalupe “para alucinar al pueblo”. Aindamáis, declaró el bribón Garrido que los presuntos insurgentes estaban ya bien aprovisionados de armas, y que casi todas las habían comprado con dineros que daba a Hidalgo una señora de la Ciudad ...
... Guadalupe y la entregó a sus hombres en una pica o asta, convirtiendo así el piadoso estandarte en bélico pendón. Hidalgo supo que el sentimiento religioso del pueblo sería valioso auxiliar en esa lucha, y declaró a la Guadalupana ...
... Guadalupe y mueras a los gachupines. Se dirigieron todos a las casas consistoriales, donde los españoles se habían encerrado. De la puerta del viejo edificio se adelantaron entonces los sacerdotes de San Miguel, el cura don Francisco ...