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han promovido y llevado á cabo. En realidad, nada hay más justo, que los que sin interés conservan las memorias de otros, para que sirvan de noble emulación r ejemplo, salven junto con las de ellos la suya propia y alcancen alguna gratitud.

Correspondiendo con estas mal escritas líneas el galante recuerdo de Ud., y satisfecho el deseo que tenía de encomiar en justicia sus trabajos, le renuevo las seguridades de mi respeto y amistad, como su atento y obediente servidor

José Toribio Holo.

Lima, á 30 de junio de 1906.

SANTO TORIBIO FUNDADOR

DEL MONASTERIO DE SANTA CLARA

COMIENZA este segundo volumen por las fundacio

nes que hizo Santo Toribio. Estas fundaciones fueron muchas, todas ellas inmortalizan su memoria, y son la mejor comprobación del piadoso celo que ejercitó el Santo Arzobispo en el desempeño de su cargo pastoral, edificando monasterios para las vírgenes del Señor, asilos para la mujer desamparada, enfermerías para los sacerdotes, templos para que Dios fuese ado rado y seminarios para la formación del clero.

Irrecusable ejemplo de humildad dio el Santo Arzobispo no queriendo atribuirse la gloria de fundador del monasterio de Santa Clara, sinembargo, de que lo edificó desde sus fundamentos (1), bien que con la

(1) Refiere la tradición que muchas veces cargó Santo Toribio sobre sus hombros las piedras sobre que se levanta la iglesia y el monasterio. Refiere, asimismo, que en una de esas piedras quedó impresa la imagen del sombrero que usaba de ordinario, que unavez colocó sobre ella.

valiosa cooperación de don Francisco de Saldaña. En carta que escribe á Su Santidad, dice á la letra:

"Fundó este monasterio un hombre llamado Francisco de Saldaña, y dio toda su hacienda, que valdría doce ó catorce mil pesos y se obligó á servirlo todos los días de su vida sin salario, diciendo que quería ser esclavo de su monasterio, y que si fuera clérigo, sirviera toda su vida de capellán sin salario, y su Majestad don Felipe, habiéndole dado noticia de esto por m; parte me escribió, que como quería que esta obra fue. se en servicio de Dios Nuestro Señor y beneficio de la República, se lo agradeciese de su parte, le ayudase y favoreciese, y asimismo escribió á su Virrey le diese tierras é indios para el servicio de él, y se ha juntado mu. cha limosna de españoles, indios y otras personas con gran fervor y caridad, y de los indios se habrá juntado de limosna dos mil cabalgaduras poco más o menos, mucha limosna de plata, ropa, maíz, ganado y trigo, con tanta caridad que yo me he quedado admirado, yéndome muchos á buscar para dar limosna, diciendo que querían hacer bien por sus almas, que si en particular se hubiese de escribir, era menester mucho tiempo, y admiraría y se darían muchas gracias a Dios Nuestro Señor de ver y entender la voluntad y ánimo con que estos indios ofrecían su limosna y la inclinación tan santa que han tenido, como se han seguido tantos y tan buenos efectos de este monasterio; y esta es obra de Dios que la favorece y tiene de su mano; en. tiendo que las monjas que á él entraren serán de San Francisco y han de ser sujetas al Ordinario, conforme á la voluntad del fundador y á su fundación".

De don Francisco de Saldaña dice el P. Cobo: "Hubo en esta ciudad un hombre ínfimo, de nación portugués, llamado Francisco Saldaña: era inclinado á obras de piedad, y deseoso de emplear su hacienda y dedicar su persona á alguna obra insigne, que fuese grata á

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