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REY.-Por mandato del Rey Nuestro Señor, Juan de Ibarra.

El año de 1568 el primer Arzobispo había presentado al Rey la siguiente súplica:

"Muy poderoso Señor:

Miguel de Asparrén, en nombre del Arzobispo de la Ciudad de los Reyes, digo: que en el Concilio Provincial que se celebró en la dicha, ciudad el año pasado de quinientos sesenta y siete, en el capítulo setenta y dos del dicho Concilio, se acordó y decretó que se fundasen los Seminarios què manda el Concilio de Trento y que para ello se sacase alguna porción moderada de las dcctrinas de los indios, y que el Maestreescuela leyese ó pusiese lector, y si no lo quisiere hacer que el Obispo proveyese quien lo hiciese á costa de los frutos que pertenecen al Maestrescuela, y que el que leyese siguiese el orden que el dicho Obispo le diese.

Y porque es de gran importancia para el bien de los indios, que lo acordado y decretado en la dicha razón se ejecute: A vuestra Alteza suplica mande dar su Real cédula para que se cumplan y funden los dichos seminarios, y para ello, etc.-El licenciado Santillana.-(Hay una rúbrica)-Asparrén-(Hay una rúbrica)".

En esta súplica recayó este decreto:

"Dése cédula de su Majestad para que se cumpla el capítulo setenta y dos del Concilio Provincial que en la ciudad de los Reyes se celebró el año de 1567 para que se funden y cumplan los Seminarios, conforme al dicho capítulo. En Madrid, á 10 de agosto de 1590.

Ante mí, Juan de Ledesma.- (Hay una rúbrica) Licenciado Núñez Morquecho.-(Hay una rúbrica).

II

FUNDACIÓN DEL SEMINARIO Y VICISITUDES POR QUE

HA PASADO

La obra del Seminario tuvo su realización en el año de 1591 (1). Denominólo su glorioso fundador de Santo Toribio, en memoria del santo de su nombre, Obispo de Astorga. La casa en que se fabricó, sita en la calle conocida hoy por Santo Toribio, la compró de sus rentas el Arzobispo, bien que más tarde hubo de comprarse otras de la vecindad, de la renta del colegio, á fin de ensanchar el local que resultó estrecho (2).

En 1583 escribió el santo Arzobispo al Rey en los siguientes términos:

"El Seminario de clérigos que por el Sacro Concilio de Trento está ordenado, en ninguna iglesia es tan importante y necesario como en esta de las Indias, donde hay tanta necesidad de tener buenos obreros y mi. nistros fieles del Evangelio, que por falta de ellos son forzados los Prelados á proveer muchas veces las doctrinas é iglesias de clérigos de menos satisfacción y confianza de la que se requiere para encargarse de gente tan nueva en la fe y donde hay tantas ocasiones de vi

(1) El Seminario de Lima, fue el primero que se fundó en estas comarcas, dice Pinelo.

(2) El Iltmo. sefior Loaiza, en lo que pudo, cumplió con el precepto del Tridentino. En la casa contigua á la Catedral que edificó para los niños que se llamaban de la doctrina, dispuso una vivienda competente para doce seminaristas que vistió con becas de paño morado y opas pardas. La casa en que se hizo este ensayo de Seminario, se demolió para darle más extensión á la Iglesia, no obs. tante de que su Majestad había acudido con algunas limosnas á su fábrica.

cios; y si no es criando con mucho cuidado la juventud de estas partes, no se puede esperar que hayan de ser de tanto provecho, ni cuales se desean, los que acá se hicieren de la iglesia. Por esta causa en este Concilio Provincial se ha dictado con cuidado cómo tendría efecto el dicho Seminario en las iglesias Catedrales; y después de bien platicado, el medio que ha parecido conveniente y de menos dificultad es, que de todas las ren. tas eclesiásticas de los Obispos y Cabildos, y beneficios y doctrinas de indios, se saque, contribuyendo cada uno de su renta á tres por ciento, que es cosa bien moderada, y así se ha hecho decreto y publicado, para que desde luego tenga efecto, y no se deje del todo obra tan importante por dilaciones y excusas" (1).

En la misma carta pedía el Arzobispo que no se admitiera apelación en el contribuir los clérigos para el Seminario, y que su Majestad hiciera merced para lo mismo.

En documentos posteriores dio el Santo cuenta al Rey de haber realizado la fundación y de los medios de que se sirvió para lograrlo, como se verá más adelante.

Por graves causas vióse obligado el Santo Arzobispo á clausurar el Colegio, á poco de fundado. Noticióse de esto al Rey, quien de Toledo, le envió la siguiente cédula:

(1) Archivo de Indias de Sevilla, Papeles inéditos sobre Santo Toribio.

EL REY

Muy reverendo en Cristo Padre, Arzobispo de la ciudad de los Reyes de las Provincias del Perú, de mi consejo. Por parte del Dean y Cabildo de esa Iglesia, se me ha hecho relación, que conforme á lo determinado en el Concilio Provincial que se celebró en esta ciu dad el año pasado de 1583, en que se mandó fundar el Seminario, habéis ordenado se le acuda con el tres por ciento de las rentas decimales y de capellanías para el dicho efecto, y el dicho Dean y Cabildo se han ofrecido á pagarlo todo el tiempo que estuviese poblado el dicho Seminario, y que hasta ahora no lo está, ni se ha hecho más de comprar casas, en las cuales hubo estudiantes dos meses, y después se despobló y se alquilaron las dichas casas, por haber tenido vos diferencias con el Virrey marqués de Cañete sobre la fundación del Seminario. Suplicóme, atento á ello, mandase no pagasen la dicha cuota no más tiempo que el que hubiese estado y estuviese poblado el dicho Seminario; y porque quiero saber el estado en que esto está, y si es así que despoblastes el dicho colegio,'y por qué causa, y qué hacienda se había juntado para él, y si con élla se compróla dicha casa, y qué renta al presente tiene, y en qué se gasta, y si con la que tiene se podría sustentar, ó qué orden se podría dar para volver allí los estudiantes y quese conservasen, y lo que convenía proveer en lo que pide el dicho Cabildo, os ruego y encargo me enviéis razón de todo con vuestro parecer, para que visto se provea lo que convenga. Fecha en Toledo, á 13 de junio de 1592

años.

YO EL REY.

Por mandato del Rey Nuestro Señor.-Juan de Iba

rra.

* **

Reabierto que fue el Seminario, por él, quien supo justificar, oportunamente, ante el Rey su conducta á que dio mérito la cédula anterior, hubo de clausurarse, de nuevo, en el año de 1655, á causa del terremoto del 13 de noviembre que le destruyó (1). Lo reedificó el Iltmo. señor doctor don Pedro Villagómez, sobrino de santo Toribio, con el gasto de 2000 pesos.

Don Jose Antonio Gutiérrez de Cevallos, XII Arzobispo, se esmeró, también, en ensanchar el local y en promover de todas maneras su adelanto material y moral Lo mismo hizo el Iltmo. Sr. Barrueta.

Don Bartolomé María de las Heras, que fue el último de los arzobispos españoles, deseando que el Seminario, "en quien veía cifradas las esperanzas de su iglesia, correspondiera en lo moraly material á sus justas exigencias, se contrajo á reformarlo, aumentándole las rentas y el edificio, que era estrecho para sus miras, y formando un nuevo y más completo plan de estudios que el que hasta la fecha se había seguido en él", y al efecto, encargó de la reforma material al bábil y venerable sacerdote arquitecto don Matías Maestro, y de la reforma de los estudios, á su Rector el doctor don José de Silva y Olave, después Obispo de Huamanga.

El señor Benavente empeñóse en restablecer el Seminario, destruído, otra vez, casi desde sus fundamentos, contribuyendo con parte de su renta á su nueva formación.

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De las posteriores vicisitudes del Seminario nos in

(1) Manuel Odriozola, Terremotos.

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