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18. A la diez y ocho pregunta dijo: que sabe que el cabildo de esta Santa Iglesia y los Religiosos que están en doctrinas han metido á pleito la paga de lo que está aplicado para el dicho Seminario y que lo que no se ha cobrado de los demás sacerdotes no llegan á ser mil pesos y lo demás á su cumplimiento, de más de treinta mil pesos lo ha suplido y dado de su hacienda y condonaciones el dicho señor Arzobispo con el deseo que tiene de la conservación y aumento del dicho Seminario. Y esto responde á esta pregunta.

19. A la diez y nueve pregunta dijo: que cuando vino la cédula y orden de su Majestad para que se tornase á fundar el dicho Seminario estaba el señor Arzobispo en su visita y lo remitió al doctor don Pedro Muñiz, Dean de esta Santa Iglesia, Provisor y Vicario general de este arzobispado, el cual con mucho cuidado y puntualidad tornó á poblar el dicho Seminario con veinte y siete colegiales y familiares, poniendo primero edictos públicos para que los más dignos é hijos de conquistadores á quienes su Majestad le puede encargar algún servicio, fuesen preferidos lo cual se hizo con mucho aplauso, beneplácito y contentamiento del pueblo, é iban los dichos colegiales á oír á la Universidad como en la dicha pregunta se contiene. Y esto responde á ella.

20. A la veinte pregunta dijo: que sabe este testigo y ha visto por haber pasado por sus manos que ni el señor Arzobispo ni otra persona alguna, se ha aprovechado ni tomado dinero alguno perteneciente al di cho Seminario, porque es una cosa muy ajena de su profesión, y tanto, que antes ha procurado cuanto ha podido el aumento del dicho Seminario y le ha aplicado muchas condenaciones sin tomar para sí cosa alguna, como dicho tiene en las preguntas antes de esta, y esto responde á ella.

21. A la veinte y una pregunta dijo: que este testi

go ha muchos años que es secretario del dicho señor Arzobispo y le ha tratado particularmente y así ha conocido de su modo de vivir que es un santo y siervo de Dios, porque su rectitud y deseo de acertar en todo, lo hace y provee. Y su continencia, ayuno y penitencia que hace, y grandísima honestidad y compostura, y prohibición de que se trate mal de ninguna persona en su presencia, y grandes limosnas que hace, y ser amigo de los pobres y de los indios necesitados, y la afabilidad con que trata á todos, y ser de condición tan ajena de atesorar y de tener dineros, y tan apartado de respetos humanos y celoso de la honra de Dios, y que sin consideración ni deseo de descanso, y regalos se sujeta al trabajo y peligros en que se ha puesto en la visita que ha hecho, y la vigilancia y cuidado que ha tenido en regir y gobernar su arzobispado, y que tiene de traer en su servicio y compañía gente honrada y de buen vivir y andar por esos campos con tan poco estruendo y pompa, que parece un sencillo caminante, y tener tan agradable y buen expediente con los negociantes, es gran prueba para que este testigo le tenga por un santo. Y entiende este testigo y tiene por cosa muy cierta, que si el dicho señor Arzobispo ha hecho constar haberse dado de limosnas la cantidad indicada en dicha pregunta. Y esto responde á ella.

22. A la veinte y dos pregunta dijo: que por lo que dicho tiene en las preguntas antes de ésta sabe este testigo que si el Rey nuestro señor se le ha informado que el dicho Arzobispo se ha aprovechado de las rentas del dicho Seminario y de las condenaciones que se han hecho en las visitas ha sido con falsa y siniestra relación y el que lo ha hecho ha tenido mucho atrevimiento y tiene larga cuenta que dar á nuestra Señor que está mirando los corazones de los hombres. Y esto responde á esta pregunta.

23. A la veinte y tres pregunta dijo: que dice lo

que dicho tiene en las preguntas antes de ésta. Y que esta es la verdad por el juramento que hecho tiene y firmado de su nombre.-El doctor Muñiz.-D. Alonso Ramírez de Berrio-Paso ante mí.-Francisco Alarcón, Notario Público.

En la ciudad de los Reyes, en nueve días del mes de marzo de mil quinientos noventa y cinco años, para la dicha información, se tomó juramento del licenciado Bartolomé Menacho, Canónigo de la santa Iglesia de esta ciudad, el cual habiendo jurado por Dios Nuestro Señor, teniendo la mano en el pecho según forma de derecho, prometió decir verdad, y siendo preguntado por el tenor de las preguntas del interrogatorio, dijo y declaró lo siguiente:

1. A la primera pregunta dijo: que conoce al dicho señor Arzobispo, desde que vino á esta ciudad, y que tiene noticia del colegio Seminario, que la pregunta dice. Preguntado por las preguntas generales de la ley dijo: que es de edad de treinta y seis años, poco más ó menos, y que no le tocan las generales de la ley.

2. A la segunda pregunta dijo: que este testigo ha visto, que se ha guardado en proveer las doctrinas y beneficios con mucha puntualidad, el orden del real patronazgo, poniendo edictos y se examinan los opuestos, y de ellos se presentan al señor Visorrey conforme a dicho real patronazgo.

3. A la tercera pregunta dijo: que es verdad todo lo contenido en la pregunta, porque este testigo conoce la mucha rectitud del dicho señor Arzobispo, y quel por ningunos respetos humanos, aunque fuese por su padre y hermano, no mandaría que fuesen preferidos á otros que fuesen más suficientes y virtuosos. Y esto responde.

4. A la cuarta pregunta dijo: que es verdad lo contenido en la pregunta, porque este testigo ha visto que

el dicho señor Arzobispo, ha hecho lo contenido en la pregunta, y este testigo ha oído de uno de los visitadores que ha nombrado, á quien de continuo encargó que mirase por el aumento de la conversión de los natura. les, y que los sacerdotes guardasen las constituciones, y que no se disimulase con ningún delito, sino que se pusiese al Señor delante, y se descargase la conciencia, y que no fuesen molestados y vejados los dichos naturales, y ésto encargó con mucho cuidado á todos los que envía á visitar, y por esto la sabe.

5. A la quinta pregunta dijo:que es verdad lo contenido en la pregunta, porque este testigo vio que dicho señor Arzobispo, con celo vehementísimo del aprovechamiento de sus quejas y con suma caridad, proponiendo su quietud y regalo, se puso á visitar su arzobispado, cosa de grandísimo trabajo, y duda este testigo que haya Prelado en estos reinos que se pusiese al trabajo y peligro como se puso el dicho señor Arzobispo, en tomar tan á pecho la visita general que hizo de su arzobispado, porque no dejó pueblo ni estancia, ni rancherías apartadas de lo pobiado y puestos en lugares muy solos y trabajosos de subir á ellos, y lo visitó todo con mucho amor y caridad de que se sirvió Dios Nuestro Señor. Y el dicho señor Arzobispo hizo un hecho de los más grandes que ha hecho Prelado en este reino ni fuera de él, que este testigo sepa, y que en este sumo trabajo se ocupó por espacio de cinco años, poco más o menos y que para lo mucho que trabajó en la dieha visita fue tiempo muy breve; y esto responde.

6. A la sexta pregunta dijo: que dice lo que dicho. tiene en la pregunta anterior de esta, y que sabe este testigo que los sacerdotes que el dicho señor Arzobispo visitaba y hallaba que no venían con el recato y decencia necesaria los castigaba y corregía con mucho rigor. Y así proveyó y quitó de la dicha visita muchos sacerdotes y puso otros de más aprobada vida y ejemplo, sin género de tener respeto humano, sino que

su blanco es servir á Nuestro Señor y que se haga el deber y se cumpla con las obligaciones cristianas y descargo de la conciencia, y que esto ha conocido este testigo del dicho señor Arzobispo y se remite á la memoria.

7. A la sétima pregunta dijo: que este testigo ha visto de ordinario que cuando algunos indios, han pedido alguna cosa á los sacerdotes que les deben de cosas que dicen haber heredado y jornales, en averiguándole lo manda luego pagar en su presencia, sin que haya remisión, dejando á los indios muy contentos; y que esto sabe de la pregunta.

8. A la octava pregunta dijo: que es verdad que di. cho señor Arzobispo ha sido el primero que ha visitado su arzobispado por su persona propia, y entiende este testigo que en dicha visita ha confirmado casi un millón de personas, cosa en que ha servido á Nuestro Señor grandemente; y que esto responde á la pregunta.

9. A la novena pregunta dijo: que dice lo que dich o tiene en las preguntas antes de esta, y que entiende este testigo, que por la gran aspereza de caminos y necesidad que se pasa en ellos, otro ningún Prelado, sino es el dicho señor Arzobispo, con su gran caridad y celo cristianísimo, no entrara en Moyobamba y montañas de otra parte, donde ha tenido grandísimos trabajos y riesgo de su vida, no teniendo algunas veces que comer, y caminando algunas veces por la aspereza de los caminos y pasando caudalosísimos ríos, por cestos y calabazas, con grandes peligros; y esto responde.

10. A la décima pregunta dijo: que es verdad lo contenido en la pregunta, porque el dicho señor Arzobispo, viendo la gran pobreza y esterilidad que había en la dicha provincia de Moyobamba y montañas, por aliviar á los encomenderos y que hubiese doctrina, dio parte de los diezmos; y para cálices y campanas y otros aderezos y lámparas, dio toda su bajilla de plata que

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