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y peruanos tenian un secreto particular para dar cierto temple al cobre y para convertirle en acero. No hay duda en que las hachas y otros utensilios mejicanos eran casi tan cortantes como los de acero; pero su extrema dureza era debida á la liga con el estaño, y no á su temple. Lo que los primeros historiadores de la conquista llaman cobre duro ó cortante se parecia al xaxxo de los griegos y al es de los romanos. Los escultores mejicanos y peruanos hacian grandes obras con la diorita, grünstein de los alemanes, diabasa roca verde de algunos geólogos, y el pórfido basáltico mas duro. Los joyeros cortaban y horadaban las esmeraldas y otras piedras finas, sirviéndose á un mismo tiempo de un instrumento de metal y de unos polvos de sílice *. Yo trage de Lima unas tigeras de los antiguos peruanos, en las cuales M. Vauquelin ha encontrado o, 94 de cobre, y o, 06 de estaño, y esta liga habia sido tan bien amartillada, que mediante la aproximacion de las moléculas, habia llegado á ser su peso específico 8,815, cuando segun las experiencias de M. Briche ** no obtienen los químicos este maximum de densidad sino mezclando 16 partes de estaño con 100 partes de cobre; parece que los griegos se servian para endurecer el cobre, del estaño y hierro á un mismo tiempo. Una hacha de las Galias encontrada en Francia por M. Dupont de Nemours y que corta

* Vues des Cordillères et Monumens des peuples d'Amérique, tom. 1. ** Journal des Mines, an v, p. 881.

la leña como una de acero, sin mellarse ni doblarse el filo, contiene, segun el análisis de M. Vauquelin, 0,87 de cobre, 0,03 de hierro y 0,09 de estaño. Las ingeniosas experiencias de Darcet han probado que, si la adicion de este último metal disminuye en general la ductilidad del cobre, la liga de este con el estaño es mucho mas maleable, cuando despues de haberlo calentado hasta enrogecerlo se le mete en agua fria. Es muy probable que los Mejicanos y los Galos empleaban este medio del temple del bronce que ya era conocido de muy antiguo en muchas naciones asiáticas.

Siendo este último metal uno de los que se hallan menos esparcidos en el globo, causa admiracion encontrar en ambos continentes el uso de endurecer el cobre por medio de la liga del estaño *. Un mineral solo, que no se ha encontrado hasta ahora sino en Wheal-Rock, en Cornualles, á saber, la mina de sulfuro de estaño (zinnkies) contiene el cobre y el estaño en partes iguales. Haüy la considera como estaño no mineralizado por el azufre, sino simplemente unido al cobre piritoso. No sabemos si los pueblos mejicanos beneficiaban algunas vetas en las cuales se hallasen reunidos los minerales de cobre y estaño oxidado, ó si se añadió este último metal que se encuentra en los terrenos de trasporte de la intendencia

Asi es que Kirwan ha querido probar, à priori, la existencia del estaño nativo, por este uso que se encuentra extendido tan universalmente en ambos mundos.

de Guanajuato, bajo la forma globulosa y fibrosa del Wood-Tin ó Holz-Zinn, al cobre puro en una proporcion constante. Como quiera que sea, ello es cierto que la falta de hierro se advertia menos entre las naciones que sabian ligar otros metales de un modo tan útil para las artes mecánicas. Los instrumentos cortantes de los mejicanos eran unos de cobre y otros de obsidiana (itztli.) Esta última sustancia se beneficiaba en grande, segun aparece por el sin número de tiros abiertos en el Cerro de las Navajas, cerca del pueblo indio de Atotonilco el grande.

Ademas de los sacos de cacao, cada uno de los cuales contenia tres jiquipilli, ó 24,000 granos ***;

* Oxido de estaño fibroso, ó estaño leñoso. Aunque en este capítulo, como particularmente dedicado á la metalurgia del reino de Méjico, se ha procurado dar á los minerales los nombres conocidos en el pais, con todo, no estando aun formado el lenguage técnico de la mineralogía en nuestro idioma, ha sido preciso conservar la nomenclatura alemana que sigue el autor, y es la mas conocida en Europa, dando siempre que se ha podido sus equivalentes en castellano. (Nota del traductor.)

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** Véase mas arriba, t. 11, p. 345.

*** Los Méjicanos tenian tres signos numéricos, uno para los grupos de 20 unidades, otro para el cuadrado de 20 á 400, y otro para la tercera potencia de 20 ú 8000 (Vues des Cordillères, tom. 1, y tom. 11). A la manera de los Romanos y los Egipcios, se servian comunmente de la juxtaposicion de diversos signos de grupos para expresar 80, 800, ó 24,000: sin embargo, al contar sus ciclos históricos que empezaban hacia el año 1091 de nuestra era, segun la crònología de las grandes ligaduras de los años (grupos de cuatro veces 13, ó 52), los Mejicanos añadian á los geroglíficos de las ligaduras los exponentes ó indicadores (jiuhmolpilli). Aqui se encuentra un rastro indubitable

ademas de los patolquachtli ó farditos de tela de algodon, empleaban tambien los antiguos mejicanos algunos metales como moneda, esto es, como signos representativos de las cosas. En el gran mercado de Tenochtitlan se compraban géneros de toda especie cambiándolos por polvos de oro encerrados en caño

de aquel artificio de la aritmética gráfica que usaban los Chinos, los habitantes del Malabar y los pueblos antiguos del Iran que hablaban la lengua pelwi: este es tambien el artificio de la escritura gobar entre los Arabes. Para evitar la juxtaposicion pueril de los Romanos y de los Egipcios, se añade en el Asia oriental, por cima del geroglífico númerico que indica los grupos de ro, de 100, ó de 1000, un exponente, ó mas bien un indicador que recuerda cuantas veces debe multiplicarse el grupo. Me parece que he probado en una Memoria que se leyó en la Academia de Inscripciones y Bellas Letras en 1819 (Annales de Chimie et de Physique, tom. XII, pag. 93), que el método de posicion atribuido á los del Indostan debe su orígen á un mismo tiempo á este sistema de los indicadores añadidos á los geroglíficos de los grupos, y al uso de los métodos de la aritmética palpable ( cordelillos, quipos, rosarios, abacues suanpann). Segun el método de los Indostaneses, falsamente llamado árabe, se suprimen los geroglíficos de los grupos, y no se conservan sino los indicadores colocados de suerte que un zero (signo del vacio) señale el sitio en donde no hay nada (oudev, surya) Yo llamo aqui la atencion de los matemáticos, que se ocupan de la historia de los signos numéricos, á observar este modo de considerar el valor de posicion, de cuyo invento se ha experimentado muy tarde la benéfica influencia en Europa. El sanscrit presenta los rastros de posicion hasta en el lenguage figurativo, como ha tenido á bien recordármelo en una carta de data reciente el señor Colebrooke. Surya, significa doce, á causa de los doce soles célebres en la mitología asiática; manu, por la fabula mitológica de 14 manous, significa catorze, y asi, para expresar el año 1214, se sirven de la palabra compuesta surya-manu,

nes de plumas de pájaros acuáticos. Era de necesidad que estos cañones fuesen trasparentes, para poder reconocer lo grueso de los granos de oro. En muchas provincias se servian como moneda corriente de piezas de cobre á que se habia dado la forma de una T. Cortés refiere que habiendo emprendido el hacer fundir unos cañones en Méjico, y habiendo enviado comisionados para descubrir minas de estaño y de cobre, supo que en las inmediaciones de Tachco (Tlacho ó Tasco) se valian los naturales para sus cambios de piezas de estaño fundidas, que eran delgadas como las monedas mas pequeñas de España. Tales son las noticias imperfectas que los primeros historiadores nos han trasmitido acerca los naturales de Méjico hacian del oro, del cobre, del estaño, del plomo y de las minas de mercurio. He creido deber entrar en estos pormenores, no solo para dar alguna idea de la antigua cultura de estas comarcas, sino principalmente

del uso que

de la plata,

* Cortés se queja en su última carta á Carlos v, de que despues de la toma de la capital se le habia dejado sin artillería ni armas. « No hay cosa, dice, que mas los ingenios de los hombres avive « que la necesidad... me di mucha priesa á buscar cobre, y di « para ello mucho rescate para que mas aína se hallase; y como « me trageran cantidad, puse por obra un maestro que por dicha aqui se halló, de hacer alguna artillería, é hize dos tiros de medias culebrinas, y faltándome estaño, topé entre los naturales de una provincia que se dice Tachco, ciertas piecezuelas de « ello, á manera de moneda muy delgada, y procediendo por

«

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mi pesquisa hallé que en la dicha provincia y aun en otras, se

trataba por moneda. » (Lorenzana, p. 379, §. 17.)

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