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domiciliario en este obispado, en el expediente promovido sobre la satisfacción de las erogaciones hechas de mi peculio en la escuela pública de esta capital y lo demás deducido, respondiendo al traslado comunicado del informe de fs. 11, producido por el actual preceptor fray Luis Miguel House, digo: Que en méritos de justicia se ha de servir la integridad de US. mandar se me repongan y compensen los desembolsos que verifiqué en dicha escuela, que son los mismos que resultan puntualizadas de la razón y cuenta jurada que exhibo con la solemnidad en derecho necesario, (cuyas anotaciones suplico se lean) y debe ser así.

Examinada la diligencia de fs. 6 reconocerá US. el ruínoso y decadente estado en que se hallaba la escuela referida al tiempo de mi ingreso, pues no solamente aparecían devorados los muebles y utensilios á ella anexos, sino que á mayor abundamiento debían oportunamente repararse como obras de primera necesidad el terraplén, enladrillado y también el techo cuya demolición amenazaba pronta ruína si no se aplicaban los reparos aparentes. De modo que para que el actual preceptor, pudiese haber girado su informe con la veracidad correspondiente, debía haber presenciado la entrega que hizo mi antecesor Don José de Rebolledo; pero sea de esto lo que fuere, la citada diligencia de fs. 6 exclarece las piezas y utensilios, de que me hice cargo y su caducidad. Si á más de las nominadas aparecen las nuevos aperos y refacciones que comprende la razón de fs. 8, es indubitable que fueron costeados por mí (porque ni la ciudad suplió de sus fondos su importancia, ni algún otro particular) y que por lo mismo deben beneficiarme, como que no era obligado á ello, ni me lo permitía la limitada asignación anual de doscientos setenta pesos; cuya mayor parte consumía en aquel tiempo en el auxilio y socorro de mi familia, economizando y separando aquellas porciones que conceptuaba necesarias para el fomento y conservación de la escuela.

Confiado, Señor, en mis servicios prolongados por espacio de más de diez años, y en la justicia de mi causa me prometía desde luego, no solamente el pronto reintegro de lo gastado sino también un destino proporcionado á mi estado é indigencia cual se me había franqueado por el Excelentímo Señor Don Ambrosio O'Higgins de Vallenar y su asesor el Doctor Don Ramón de Rozas, con la calidad de que hiciese renuncia de la preceptoría; pero sucedió que se me compelió á hacer mi dimisión de fs. 1 con el objeto de acomodar á fray Luis; quedando insolutas las promesas, y yo sin

el menor destino. Mi inalterable sanidad, agilidad y robustez son unos incontestables indicios de que en la predicha dimisión tuvo parte, no la voluntad, como la vigorosa persuasión del asesor (á quien estaba muy particularmente recomendado fray Luis) y de que aquellas causales fueron pretextadas y sin otro objeto que el de colorir la dimisión. Por estas consideraciones, hallándome distraído de toda ocupación, privado de mi renta y constituído en un estado de indigencia suma dírijí al mencionado Señor Excmo. por manos del secretario de la Capitanía General, el memorial y carta que copiado á la letra manifiesto, solicitando mi acomodo en la tercena de tabacos, vacante en Valparaíso, por aquel entonces, pero quedó sin efecto esta diligencia y yo sumergido en la propia necesidad. La certidumbre de estas copias y el modo con que se me compelió á hacer la dimisión, comprueba el informe del expresado secretario que pido se tenga muy presente.

Ahora, Señor, que han cesado los embarazos y respetos que me agobiaban é impedían hacer el debido reclamo, y que la benignidad y rectitud de US. me asegurau de mi reposición, hago presente lo acaecido á fin de que se digne mandar se me pague prontamente los costos que demando y se me reponga en aquel destino supuesto que aparecen falsificados los extremos que motivaron la renuncia; pues, ni mi ancianidad es tan avanzada que pueda distraerme de las puntuales operaciones de mi oficio ni mi salud padece la menor alteración (como lo justificaré en caso necesario) ni menos se han extinguido en mí los conocimientos y religiosas máximas en que debo estar instruído para el más exacto desempeño del cargo á que aspiro: de cuyo hecho no podrá tomar sentimiento alguno el actual preceptor; así por haber obtenido la preceptoría con grave detrimento de tercero, como también en su título espendido en tiempo del Excelentísimo Señor Marqués de Avilés (cuya copia debe parar en la secretaría de este supremo gobierno) fué con la calidad expresa de poder ser removido con causa ó sin ella, cuando esta superioridad lo tuviese por conveniente; por tanto, y protestando se den á beneficio del fondo de propio de esta capital los gastos que demando en el preciso evento que se verifique mi reposición,

Á V. S. pido y suplico se sirva mandar hacer en todo como dejo pedido en justicia y juro en lo necesario, etc.

Otrosí digo: Que conviene á mi derecho acreditar la decadencia á que se haya reducida la enseñanza de primeras letras en dicha

escuela y para ello se ha de servir V. S. mandar que el muy ilustre cabildo informe sobre este particular, exponiendo igualmente, si es cierto que por este motivo determinaron en días pasados celebrar acuerdo para tratar de la mejor reforma, y expulsión del actual preceptor: pido justicia ut supra.—Francisco Javier de MuToz.)

ΧΙ

«Razón y cuenta instruída por menor con su importancia que presento en esta ocasión de proveer el expediente de la dimisión de preceptor de primeras letras en la escuela pública de esta capital el año pasado de 1790, como consta á fs. 1, la que hice en fuerza de la vigorosa persuación y prometimiento del asesor general de este superior gobierno el Doctor Don Ramón Rozas, quien á nombre del M. I. S. P. Don Ambrosio O'Higgins y Vallenar, se me obligó á cumplir exactamente todo cuanto se me prometió en aquella ocasión. En cuya virtud y creencia de verdad, en el mismo día 19 de abril del corriente año en que fuí llamado por la ordenanza, para que me presentase luego ante el asesor general, la extendí bajo de la calidad de los dos siguientes puntos: El primero sobre la satisfacción de las erogaciones hechas de mi peculio en la referida escuela desde el año 1780. Y el segundo sobre el destino proporcionado á mi estado como se me había franqueado, atendiendo al mérito de mi generoso allanamiento y al servicio de más de diez años. Y habiendo cumplido enteramente con la entrega de la escuela, luego, á los ocho días, en la semana siguiente presenté el escrito de fs. 10, pidiendo que el alarife, con citación del procurador general, el doctor Don Francisco Javier Larrain, regulasen prudencialmente la importancia de las mejoras que constaban de la razón de fs. 8, con vista de la de fs. 6; en atención de presentar la que yo costcé en globo, sin formal suma de su importancia por la esperanza de persuadirme que usando de esta generosidad, sería mejor premiado y más prontamente cumplidas las promesas por la buena conciencia del Señor asesor. Pero luego se manifestó lo contrario, á la luz del medio día, por las providencias que constan del mismo expediente; pues, siendo conforme á justicia se hubiesen mandado hacer según y como yo pedía en mi citado de fs. 17, no admite duda que excusados estos enredos hubiera tenido fin mi justa petición. Y así en vista de lo relaciona

do consultando con varios letrados, me dieron dictamen que no respondiese al traslado que se me dió, después del procurador general á fs. 12, hasta mejorar de tiempo.

El procurador general, y síndico de los propios de la ciudad, en el mes de noviembre de 1780, en cuyo mes y año fué mi ingreso en la escuela, era Don Agustín Calderón, á quien ocurrí luego, para que diese las necesarias providencias á la urgente composición, por el ruinoso y decadente estado en que se hallaba la escuela y me respondió que en la actualidad estaba rindiendo las cuentas de su administración y me suplicó que yo lo supliese, que á más de pagarseme todo se me darían las gracias, en cuya virtud de verdad procedí con generosidad á esta buena obra, con apunte por menor, en la forma siguiente:

Por 200 cargas de tierra para el terraplén del enladrillado y barro para revocar las paredes por dentro y fuera de la escuela enteramente ruinosas á medio real, carga.....

...

Por 16 cargas de paja de trigo para la mezcla del barro á 1 real carga.

Por 50 cargas de polvillo de tierra para los enlucidos de todas las paredes á 1 real carga...

....

Por 6 fanegas de cal para todos los blanqueados á 18
reales....
Por la ocupación del maestro albañil en revocar las
paredes por dentro y fuera en 8 días de trabajo á
8 reales y almuerzos, como es costumbre...
Por la de tres peones en los mismos días para el terra-
plén y hacer el barro, cargarlo y el agua á 3 rea-
les y almuerzos....

Por la del albañil para los enlucidos de dentro y fue-
ra en 5 días.....

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Por 2,600 ladrillos á 7 pesos millar, para todo el sola

do de la pieza...

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Por la ocupación del albañil para el enladrillado en 4 días con dos peones.... . .

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Por la misma del albañil en 4 días con un peon para

todo el blanquedo....

Suman...

6. 6

94.

3

Por el costo de la composición de las cuatro puertas y tres ventanas, en madera para barrotearlas, tablas y clavos para asegurar sus cerraduras, con

....

maestranza . Por el mismo de otra ventana para las aulas de gramática y dar luz á la testera donde se corrigen planas, y se toma lección guarnecido de vidrios y su reja de alambre y fierro... Por el costo de cinco bastidores para las puertas y ventanas y reparar la tierra del viento en los veranos; y por lo que más importa para que los niños sujeten la vista á la calle y de los estudiantes de las aulas que los inquietaban.

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Más la suma anterior........

Suman ciento cuarenta y dos pesos, tres reales.. 142. 3

Por el costo de las dos corridas de bancas acarpeta

das con sus asientos embutidos para escribir, se-
pos para tinteros y cobertores de badanillas para
asentar las planas con aseo y comodidad; en ma-
deras, tablas, clavos, etc.... . . ..

Por el costo de dos corridas de asientos uno sobre otro
en las dos bandas, con sus espaldares de tablas
clavadas para los niños lectores; en madera, ta-
blones, clavos y maestranza..

80.

68.

Por dos juegos de tinteros; uno de loza vidriada y otro de astas...

6.

6.

Por una docena de pautas de todas reglas...
Por un tabladillo de madera en la testera, con un me-
zón para guardar los utensilios de libros, cartillas
plumas y otras cosas, etc.......

Por un escudo de las armas reales con su marco dora-
do en la testera....

Por una cruz de madera redonda con sus perillas doradas y tohalla morada para salir á misa los niños....

8. 6

6.

4.

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