Se deseaba por tanto, que sobre esto se pusiese un remedio eficaz, y el mas apropósito se juzgaba la mutacion de Regencia. La mayor y mas sana parte del pueblo y de los diputados deseaba lo mismo, y que la nueva se compusiese de la señora Infanta doña Carlota, princesa del Brasil, y de los señores Castaños, Cevallos y Villamil. Por quantos medios son imaginables se procuró llevar á cabo este proyecto que, que á primer golpe lo menos estaba á cubierto el señor Reyna. Sin embargo aquellos mismos diputados que doce dias antes habian sostenido que la Constitucion no se debia interpretar en una tilde, quanto mas alterar, ahora clamaron por lo contrario diciendo que el citado artículo se debia entender de este y del otro modo, y que en su virtud siempre era reo de un enorme delito el señor Reyna. Véase el modo de aplicar y acomodar la Constitucion á todos palos y asientos qual si fuera un comodin. de haberse verificado, á todos habria traido probablemente las mayores ventajas, y evitado tantos males y prisiones. En casa del buen patriota don Tadeo Calomarde se tuvieron varias juntas sobre el caso, y tanto en éstas como en ótras, se acordó por la mayor parte de diputados proceder á la mutacion de Regencia del 7 al 8 de febrero. Mas por desgracia siguió la misma Regencia, y del mismo modo. Porque sabedores de ello los liberales y concurrentes á las galerías levantaron tambien el grito, y consiguieron que no solo no se tratase y votase en aquel dia, sino que en caso de hacerse en otro, fuese en sesion pública, y de ningun modo en secreta. Con este motivo fueron insultados muchos de los diputados, y sobre todos lo fue á los dias siguientes el conde de Vigo diputado por Galicia. Baxo este pie continuaron las Córtes y sus sesiones hasta el 19 de febrero en que concluyeron por el trimestre prevenido en la Constitucion para el año de 1813 contado desde su primera instalacion en Cádiz y en la Isla de Leon, sin mudar de Regencia, que era lo que mas se suspiraba. Pues aunque lo intentaron otro dia, lo traslucieron tambien los liberales y concurrentes á las galerías, y validos del general Villacampa, que baxo otros pretextos hizo poner la tropa sobre las armas, consiguieron intimidar á los diputados, y que desistieran de tan deseada mudanza. De resultas fue ascendido el mismo Villacampa á teniente general. Y si bien los periódicos liberales ponderaron esta promocion, como tan justa y correspondiente á sus servicios, por ótros se juzgó que el haberlo ascendido en tan críticas circunstancias era por tenerlo mas obligado y de su devocion los del partido liberal. Por esto se murmuró altamente al ver que á los regimientos de Soria y la Princesa pertenecientes á la division del mismo Villacampa los habian hecho retroceder desde el sitio de Tortosa ó riberas del Ebro, con el pretexto de guarnecer la Corte; pués dexo repetido que los deseos de la nacion eran que nuestros exércitos fuesen pronto reforzados y abastecidos, y que en vez de venir regimientos á la Corte fuesen todos á la raya. Por lo que hace á las noticias y sucesos mas ruidosos estuvieron reducidos en este mes de febrero á que las plazas de Monzon, Mequinenza y Lérida fueron entregadas á los españoles por una estratagema de un D. N. Walkelen, edecan español del mariscal Suchez, que para espiar su delito, supuso á los gobernadores de aquellas plazas tales órdenes de este mariscal, que con efecto convinieron en desocu parlas. Todo esto inflamaba mas los ánimos, y daba mayores esperanzas de que los franceses serian pronto lanzados de toda la Península, y mas al saber que los aliados del Norte, léjos de convenir en suspension de armas ni en nuevas paces con Napoleon, cada dia se internaban mas en Francia. Se añadia tambien que ya el emperador de Austria fomentaba de firme el destronamiento de Napo |