Imágenes de páginas
PDF
EPUB

me daré satisfecho si esta obrita sirviese de algun fruto á los fieles españoles, de desengaño y escarmiento á los infieles y traydores, y por fin, de alabanza á Dios nuestro Señor, á quien para siempre se debe todo honor y gloria. Por cuya razón concluyo tambien respecto de mi historia con lo que el discreto Iriarte dixo en sus fábulas:

Quien la sienta se culpa,
El que no, que la oiga:
Quien haga aplicaciones
Con su pan se lo coma.

TOM. IV.

APENDICE

N. 1.

Parte que dió el lord Welinton de la batalla de Vitoria, y se insertó en la gaceta de Madrid de 9 de julio de 1813.

ARTICULOS DE OFICIO.

1o. "Excmo. Sr. : el enemigo tomó en la noche del 19 del corriente posicion enfrente de Vitoria : la izquierda de ésta apoyada en las alturas que mueren en la puebla de Arganzon, extendiéndose desde éllas por el valle de Zadorra, enfrente del lugar de Ariñez: ocupando con la derecha de su centro una altura que domina el expresado valle de Zadorra. La derecha del exército enemigo estaba situada cerca de Vitoria, con el fin de defender los

puntos por donde en aquellas inmediaciones podia pasarse el rio de Zadorra. Sobre la izquierda de su retaguardia tenia una reserva en el lugar de Gomecha.

[ocr errors]

"La naturaleza del pais que ha atravesado el exército desde que llegó al Ebro habia por necesidad extendido nuestras colunas, y para reunirlas hicimos alto el dia 20, adelantando la izquierda á Murguía, donde, segun las apariencias, sería mas necesaria. Aproveché el mismo dia en reconocer la posicion del enemigo para atacarle la mañana siguiente, si aún permanecia en élla. En efecto, y consiguiente á las disposi+ ciones hechas, atacamos al enemigo ayer; y me es muy lisonjero haber de informar á V. E. de que el exército aliado de mi mando ha ganado una completa victoria, echando á los enemigos de todas sus posiciones, y tomándoles piezas de artillería, carros de municiones, todo su bagage, provisiones, ganados, te

sorería &c., con un considerable nú mero de prisioneros. Las operaciones del dia empezaron por posesionarse sir Rolando Hill de las alturas de la Puebla, sobre las que apoyaba su izquierda el enemigo, que no las habia ocupado con gran fuerza. Para tomarlas destacó una brigada de la division española del mando del general Morillo, empleando la otra en mantener la comunicacion entre el grueso del cuerpo de su cargo, que estaba sobre el camino real de Miranda á Vitoria, y las tropas destacadas á las indicadas alturas. El enemigo no tardó en descubrir la importancia de éllas, y reforzó tanto sus tropas, que el teniente general sir Rolando Hill se vió en la necesidad de destacar inmediatamente á aquel punto el regimiento 71° y el batallon de infantería ligera de la brigada del general Walker, á las órdenes del teniente coronel Cadogan, y sucesivamente otras tropas; y los aliados no solo ganaron dichas

pe

importantes alturas, sino que á sar de todos los esfuerzos que hicieron los enemigos para retomarlas, conservaron posesion de éllas durante todas nuestras operaciones.

"La acción sin embargo fue muy reñida, y la pérdida que tuvimos considerable. El general Morillo fue herido, pero no abandonó el campo; y me es muy sensible decir que el honorable teniente coronel Cadogan murió de una herida que recibió. En él ha perdido S. M. un oficial de grande zelo y experimentada bizarría, quien habia adquirido ya el respeto y afecto de todos los de su profesion, y de quien podia prometerse su patria los mas importantes servicios si el hilo de su vida no hubiese sido cortado en esta gloriosa ocasion. ob mouq la rog >>

Baxd la proteccion de las expresadas alturas pasó sucesivamente sir Rolando Hill el Zadorra por la Puebla, siguiendo el desfiladero que con éllas forma el mencionado rio, y

« AnteriorContinuar »