16 El Colegio de Santo Tomas de Aquino, de la Orden de Santo Domingo, y su Universidad, queda mencionado en el año de 1517, y su fundacion por nuestro Arzobispo y Religioso de su sagrado hábito: Don Fray Diego de Deza, que yace en su templo, habiendo elegido en él sepultura, mudando de parecer de la que se prevenia en la Santa Iglesia, de que guarda el Colegio en su archivo el siguiente instrumento, digno testimonio del amor de tal padre. In Dei nomine amen. Nos Don Diego de Deza, Arzobispo de la Santa Iglesia de Sevilla, por la presènte decimos y declaramos, que por quanto algunas veces por no descomplacer al Cabildo de nuestra Santa Iglesia y personas particulares, decimos que nuestra voluntad era, que al tiempo que nuestro Señor fuese servido de nos llevar, que nuestro cuerpo fuese sepultado en la capilla del altar mayor de la dicha Iglesia en la parte que fué señalada, segun que entre el dicho Cabildo y personas de él quedó determinado ; que ahora declaramos y decimos, que nuestra mera é indubitada y última voluntad es, que quando nuestro Señor fuere servido de nos llevar de esta presente vida, nuestro cuerpo sea sepultado en el nuestro Colegio de Santo Tomas de la dicha Ciudad, que nos hicimos é labramos á nuestras propias expensas, enmedio de la capilla del dicbo nuestro Colegio, delante del altar mayor, segun que mejor pareciere á las personas á quien dexamos encomendado el modo que se ha de tener en el hacer de nuestro enterramiento. Y revocamos y damos por ninguna toda otra qualquiera voluntad, que basta aquí bayamos tenido y declarado, así por palabra como por escrito; y queremos que no valga ni haya efecto alguno, salvo aquesta que aqui declaramos, que queremos sea firme é valedera, é por mayor firmeza la declaramos y otorgamos ante. el Bachiller Roman, nuestro Capellan y Notario Apostólico, yante el Doctor Juan de Oxeda, y el Comendador Alonso de Sotelo, nuestro Mayordomo, por testigos. Y la firmamos de nuestro nombre, que fué fecha y otorgada en el Monasterio de San Gerónimo, extramuros de dicha Ciudad de Sevilla, en 24 dias del mes de Mayo de 1523 años. D. Archiepis copus Hispalensis. Oxeda Doctor. Alonso Sotelo. Así manifestó su entrañable amor á este Colegio, que le paga en memorias de rendida veneracion : en su claustro una lápida tiene este letrero; ESTE COLEGIO DE RELIGIOSOS, FVNDO, Su templo como de casa de estudios no se comunica con publicidad á seglares; pero tiene fuera una capilla de advocacion del Apóstol San Andres de la nacion Flamenca, cuya freqüencia suple la falta á la Iglesia, y en ella se ven sepulturas particulares de muchos ilustres Flamencos: Tiene este Colegio (como escribe el Obispo de Monópoli) veinte y quatro Colegia I En la capilla ó Iglesia donde yace el fundador, en el altar principal de ella hay un quadro con varios personages, y en lo alto la Santísima Trinidad; es obra de Zurbarán, de la que dice Pons, que ninguna de este autor llega al grado de mérito de esta (1). No es ménos apreciable el grande quadro que se halla en este Colegio en la capilla de los Flamencos del martirio de San Andres de (1) Pons tom. 9, pág. 90. Roelas; de cuya capilla y de sus privilegios traté en las Adiciones del tomo IV de estos Anales pág. 443. Goza este Colegio de varias gracias, entre ellas es una conferir grados de Filosofia y de Teología. El epitafio del fundador de este Colegio se pondrá mas adelante, por tener algunos yerros el que se halla en el tomo III, pág. 333 de estos Anales. les, y algunos otros Frayles del coro hasta cinco ó seis, y algunos Religiosos de servicio. La casa es bien capaz para el número de Conventuales, y con clases para las Cátedras que de Gramática, Artes y Teología tiene quantas pide la perfecta enseñanza; siempre con escogidos Maestros de su hábito en todas profesiones, cuya puntualidad en observar sus estatutos es maravillosa: de la excelencia de los sugetos que en él han florecido habia mucho que decir: remítolo á sus Crónicas. 17 El Convento, Colegio tambien de Regina Angelorum de la propia Religion, sigue en el Orden de la antigüedad que se refiere al año de 1521, en que dixe su principio y sus mudanzas y última disposicion : en el de 1553 Seminario de Predicadores lo llama el Obispo de Monópoli, ponderando bien el fruto de la doctrina de sus hijos, que como dice el autor mismo, suelen llegar á cincuenta. La casa, claustros y oficinas son muy competentes; la Iglesia grande y desahogada, en cuyo altar mayor se admira el retablo, arquitectura y escultura de talla de Delgado, artífice de mucha fama, que en baxo relieve historió con dibuxo acertadísimo sagrados misterios de la vida de nuestra Señora: tres capillas tiene notables; la de Santo Domingo con la advocacion de su imágen en Soriano; la de nuestra Señora de la Concepcion, en que hay instituida Cofradía de las mas antiguas y calificadas de Sevilla; y la de nuestra Señora del Rosario, que se aventaja en moderna bellísima fábrica: Ha criado (dice el Obispo de Monópoli) hijos aventajados en religion, letras y púlpito, con que ha honrado mucho su Provincia 1. 18 La Casa Profesa de la Compañía de Jesus viene al grado diez y ocho de la antigüedad; su principio con el de la venida de sus primeros Religiosos, Soldados de la I La Iglesia de este Convento es grande, y en ella se conserva el altar mayor que dice el autor tiene varios entierros; de algunos de ellos trataré mas adelante. La capilla del Rosario, Compañía del gloriosísimo Capitan San Ignacio de Loyola dixe en el año de 1554, y su separacion del Colegio de San Hermenegildo en el de 1580, con que quedó únicamente casa de Operarios de la continua salud de las almas; siendo á su freqüencia muy oportuno el sitio, casi enmedio de la Ciudad, y lo grande del templo que respectivamente se descuella en magestuosa elevacion, á que no da poca autoridad el retablo, que en valentía de traza y de pinceles es muy aplaudido. No tiene patron la capilla mayor, aunque ha sido depósito de personas relevantes, y al presente lo es del cuerpo del Cardenal Arzobispo de Sevilla Don Agustin Spínola. Tiene la Iglesia otros altares y retablos bien decentes de los principales campeones de su instituto. La casa corresponde al templo, y sobra á su Comunidad con ser siempre mucha; pero toda precisa á los varios ministerios, todos del provecho de los próximos que la dan empleo, y al gobierno de varias exemplares Congregaciones, en que diversos estados tienen uniforme el fin de exercitarse en virtudes y obras de caridad y buen exemplo. Han salido y salen de aquí ordinariamente misiones á beneficio espiritual de las comarcas, y tal vez en ella las han hecho al de nuestra Ciudad algunos Evangélicos Predicadores, demas de sus habituales Ministros: así en el año de 1672, y ántes los Padres Tirso Gonzalez y Juan Guillen, hijos de la Provincia de Castilla, de cuyos frutos se pu dieran contar muchas maravillas: baste la de gran número de Moros y Moras, que convertidos por su predicacion recibieron el bautismo en nuestra Catedral de mano del Arzobispo Don Ambrosio Ignacio Spínola con aparato magestuoso, conducidos en procesion solemne desde esta casa por la ilustre Hermandad de la Santa Caridad, que de sus hermanos les dió particulares padrinos, que los adornáron liberales para recibir con mas decencia de vestidos ricos el nuevo vestido de la gracia bautismal. De los sugetos de esta Comunidad, y larga memoria entre los varones ilustres que dió á luz el Padre Juan Eusebio de Nieremberg, allí los hallará el lector, que en el sucinto estilo que sigo no caben sus elogios 1. 19 El Convento Colegio de Monte Sion, de Frayles Dominicos, fue fundado por la virtuosa y noble Doña Mencía Manuel de Guzman en el año de 1559, y en el lo referí así. Sus catorce Colegiales, á que siempre se eligen sugetos de consumadas prendas, cumplen exâctamen I Esta casa, que fué de los expulsos Jesuitas, por Real Cédula del Señor D. Carlos III la posee hoy la Universidad de esta Ciudad, que estaba unida al Colegio mayor de Santa `Maria de Jesus, y en el claustro primero se formáron las clases, segun lo dexo anotado en el tomo III, pág. 309 de estos Anales, y volveré á tocar en el año de su separacion. El claustro estaba adornado de pinturas de la vida de San Ignacio de Loyola, y son de Pablo de Céspedes, de Herrera el viejo, de Cano, de Juan y Lucas Valdés, las que despues de la expulsion de los Jesuitas se lleváron á un salon del Alcázar de esta Ciudad, donde permanecen, con el objeto de que sirvan para la instruccion pública. Su Iglesia es de los mejores templos que tiene Sevilla, hecha, segun consta por documentos, por dibuxos del célebre Juan de Herrera, cuya habilidad se dió á conocer con la gran obra del Escorial: es correspondiente su adorno con su arquitectura; de uno y otro habla Pons, de cuyas palabras me valdré para explicarlo. La Iglesia (dice) es de buena arquitectura dórica, con medias columnas en los postes del crucero...... El retablo mayor es de los mejores de Sevilla, compuesto de dos cuerpos, en el qual se ven repartidas muy buenas pinturas. De Roelas son San Ignacio de Loyola, y San Ignacio Mártir, á quien despeda zan los leones, como tambien la Sacra Familia del medio, y la Adoracion de los Santos Reyes. El Nacimiento es obra de Valera, la Anunciacion de Pacheco, y los Santos Juanes Bautista y Evangelista del Racionero Cano; las dos estatuas de San Pedro y San Pablo parecen de Juan Martinez Montañés. Se puede conjeturar que los que hicieron estas pinturas trabajáron á competencia, pues realmente manifiestan el esmero y diligencia de los autores (1). Ya se dexa entender por las palabras del citado Pons si serán apreciables las pinturas del altar mayor de este templo, y son dignas de la mayor estimacion; oxalá se cuiden y se conserven tales alhajas, que tanta gloria y honor dan á los autores que las trabajáron, y á la escuela Sevillana. Hay tambien en el crucero de esta Iglesia en el lado de la Epístola un altar de la Concepcion, de buena arquitectura, cuyas estatuas son por el estilo de Montañés, y pueden ser de su escuela: está enlosada esta Iglesia con losas de Génova, que forman varias labores sus portadas son arregladas á el arte y sirve en el dia este templo para celebrar los actos literarios de la Universidad. (1) Pons Viages de España tom. 9, pág. 86. |