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Descubren puer

Ven á Guaca

el Almirante una carabela á buscar por una parte, y él fué por otra, y él falló un puerto muy seguro con muy gentil disposicion de tierra para hincar, é cuando volvió era venida la carabela que to seguro. habia ido por la otra parte, en la cual habia ido Melchor, y otros cuatro ó cinco caballeros, hombres de pró; é yendo costeando por su viaje salió á ellos una canoa con dos índios, el uno hermano de Guacanari, el cual conocido por un piloto que iba en la carabela, le preguntó que quién iba allí, é el piloto les dijo hombres principales del Almirante, y el índio les dijo, que Guacanari les rogaba saliesen á tierra donde él tenia su asentamiento, el cual era hasta sesenta casas, é salieron en tierra los mas principales que iban en la carabela, y fueron donde estaba el Guacanari, al cual hallaron en su cama echado é haciendo del doliente herido; hablaron con él nari, y dice lo preguntándole por los christianos, respondió certado con la misma razon que los otros, Caonaboa y Marieni los habian muerto é que á él lo habian herido en un muslo, el cual mostró ligado, los que estonces lo vieron así les pareció que sería como él lo dijo; á tiempo de despedirse á cada uno de ellos dió una joya de oro, á cada uno como le pareció que lo merecía segun el hábito en que lo via. Este oro hacian ellos en hojas muy delgadas para carátulas é para poderse asentar sobre betumen que ellos facian; y si así no fuera no se asentara de otra manera: facian para asentar en la cabeza é para colgar en las orejas é narices, é para todo lo facian delgado, que así era menester, é ellos no tenian nada de ello por

mismo de la mu

con- te de los christia

nos, y hál!anlo

que malo, y regala á

los christianos.

se remediaban con cosas frias. En esta isla no hallaron gente ni señal de ella, creyóse ser despoblada, en la cual estuvieron dos horas del dia, porque cuando allí llegaron era tarde; luego otro dia por la mañana partieron para otra isla, que parecia á vista de esta, que era muy grande, fasta la cual habrá siete ú ocho leguas, y llegaron allá hácia la parte de una gran montaña que parecia que queria llegar al cielo, en medio de la cual montaña estaba un pico mas alto que toda la otra montaña, del cual se vertian á diversas partes aguas muchas en especial á la parte de fácia la flota, que de tres leguas parecia un golpe de agua tan gordo como un buey, que se despeñaba tan alto como si se cayera del Cielo, é como se parecia de tan léjos, ovo en los navios muchas apuestas y porfias que unos decian que eran peñas blancas, é otros que era agua; é desque llegaron mas cerca vídose lo cierto, y era muy fermosa cosa de ver, y muy maravillosa de tan pequeño lugar como nacia tan gran golpe de agua, y de cuan alto se despeñaba; é luego que llegaron mandó el Almirante á una caravela ligera que fuese á buscar puerto, la cual se adelantó, y llegando á la tierra vido unas casas, en las cuales halló gente, é luego que los vieron al capitan é á los que iban con él huyeron las gentes, y el capitan entró en las casas y hallaron las cosas que ellos allí tenian, que no habian llevado nada; donde tomó y halló dos papagayos muy grandes, y muy diferenciados de todos cuantos se habian visto, y halló mucho algodon hilado, y por hilar, y cosas de sus mantenimientos, y de todo trujo un poco, é

una isla don

puerto, y les

pareció de Ca

ribes.

trajo cuatro ó cinco huesos de piernas é brazos de Descubren hombres, é luego como aquello vieron conocieron de tomaron ser aquellas las islas de los Caribes que son habitadas de gente que comen carne humana; y el Almirante, por las señas que á el otro primer viaje le habian dado los indios de las islas que descubrió del sitio donde estaban, hizo el viaje por allí por descubrirlas, y por que estaba mas cerca de España, y tambien por que por allí se hacia el camino mas derecho para la Española, á su parecer, donde antes habia dejado la gente, á la cual por la bondad de Dios, y por el buen saber del Almirante, fueron tan derechos como si por un camino sabido y seguido fueran á aquella isla. Es grande, que por el lado que la vieron pareció que habia de luengo de costa veinte y cinco leguas; fueron costeando por el lado de ella buscando puerto mas de dos leguas, y por la parte donde iban eran montañas muy altas, y á la otra parte que dejaron parecian grandes llanuras, é por la via de la mar, habia algunos poblados pequeños, é luego que vian las velas huian todos; andadas dos leguas fallaron puerto ya muy tarde, é esa noche acordó el Almirante que á la madrugada saliesen algunos á tierra para tomar lengua, á saber que gente era, no embargante la sospecha de lo que ya habian visto.

nocer la gente, y traen algunos indios

Salieron esa madrugada algunos capitanes por Salená recola tierra, é los unos vinieron á hora de comer, é trujeron un mozo de fasta catorce años, y á lo que después se supo y el dijo, era de los que aquella gente tenian cautivos, é los otros se dividieron, é trujeron un muchacho pequeño, el cual tenia un

hombre por la mano, y por huir lo desemparó; este enviaron luego con algunos de ellos, y los otros quedaron, é de los que quedaron, unos tomaron ciertas mugeres naturales de la isla que trujeron, é otras mugeres se vinieron de grado con ellos que eran de las cautivas. De esta compañia se apartó un capitan, no sabiendo si habia lengua con seis Piérdese uno hombres, el cual se perdió con ellos, que jamás sunes con seis pieron tomar fasta que en cabo de cuatro dias tohombres, y

cuatro dias

flota.

Salen los in

ravillan, y en

después de paron la costa de la mar, y siguiendo por ella torencuentra la narón á topar con la flota; ya los tenian por perdidos, é comidos de los Caribes, porque ya no bastaba razon á creerlo de otra manera; y entre ellos iban pilotos y marineros, que por la estrella sabian ir y venir hasta España, y creíanse que en tan pequeño espacio no se podian desatinar ni perder. Aquel dia que allí descendieron, andaban por la playa junto á el agua muchos hombres y mugeres, dios á ver la mirando la flota, é maravillándose mucho de cosa flota y se ma- tan nueva; é allegando alguna barca á tierra á haqueriendo sa- blar con ellos, decian: tainon, tainon, que queria decir, bueno, bueno, y esperaban en tanto que no salian del agua juntos con el monte, de manera que cuando ellos se querian, se podian salvar; en conclusion, que de los hombres ninguno se pudo tomar por fuerza, ni por grado, salvo dos que se aseguraron, y después los trujeron por fuerza allí; se tomaron mas de veinte mugeres, de ellas de las cautivas, que de su grado se venian, y otras natuGente que rales de la isla que fueron salteadas, é tomadas la noticia de fuerza, y ciertos muchachos cautivos se vinieron á la flota huyendo de los naturales de la isla que

lir á tierra hu

yen.

cojieron para

la isla.

por

Hallan huesos y

calave-

comian.

los tenian para comer; y estuvieron en aquel puerto ocho dias acaso de la pérdida del capitan susodicho, donde muchas veces salió gente de la flota á tierra á andar por sus moradas, é pueblos que estaban á la costa, donde hallaron infinitos huesos de hombres, é los cascos de las cabezas colgadas por las casas á manera de vasijas para tener cosas del servicio de casa; esto era de la gente que co- ras de los que: mian. En todo este espacio no se vieron muchos hombres por que diz que eran idos, y segun las mujeres dijeron, á saltear en diez canoas á otras, islas, é las saltear. É la gente de esta isla parece mas política que nó la de las otras islas que vieron de por allí, y tenian mucho mejores casas, aunque todas eran de paja, y estos las tenian de mejor hechura, y mas proveidas de mantenimientos, é parecia mas industria de ellos, y en ellas que en los otros, tenian mucho algodon hilado y por hilar en sus casas, y muchas mantas del mismo algodon tan bien tejidas que no debian nada á las de Castilla.

Preguntando á las mujeres que eran cautivas en esta isla, que gente era esta que las tenia cautivas, respondian que eran Caribes, y después que entendieron que los castellanos tal por su mal uso de comer hombres holgábanse mucho de ello; y si de nuevo traian algun hombre ó mujer de los Caribes, secretamente decian á los de los navios como eran Caribes; y aun allí donde estaban en poder de los castellanos mostraban haber gran temor de ellos, y de esto se conoció cuales eran Caribes, é cuales eran los otros, porque los Caribes traian en

Hallan algohechas de

don y mantas

él..

Costumbres y modo de

vivir de los Caribes.

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