Comercio. ballería, á los amores romancescos, y á todas las extravagancias, que son ordinarias conseqüencias de un genero de vida ociosa. Sin embargo, no dexan de estár dotados de talento, y de encontrarse aun en las gentes vulgares imaginacion y vivacidad. Está por demás citár aqui como una prueba de esta verdad, ni el poéma inmortal de Camóens, ni otras varias obras que han publicado algunos Miembros de la Academia de Santara, de la de Tomar, y otras muchas con que fatigan, y han fatigado las prensas varios Sábios de Portugal. En ciertas estaciones del año se ven baxar de las montañas tropas de jóvenes Labrado res, vestidos á la Española, con la capa al hombro, un sombrero adornado de flores, y la guitarra en la mano, y derramarse por los Campos y Ciudades, encantando á todo el mundo por la dulzura, y graciosidad de sus tonadillas; una versificacion y música componen ellos mismos, y las acompañan con la vihuela, con todo el gusto y primor que es imaginable; pero entregandose asi á lo frívolo, abandonan lo sólido. : S. VI. SIENDO pa pa sea pasivo: y en efecto, á pesar del tráfico considerable que se hace en Portugal, arruinaria á este Reyno el Comercio si en él no hubiese algunos fertilísimos ramos que superabundantemente recompensan la esterilidad de los demás. Esta consideracion nos empeña á exâminar brevemente lo que nos ofrece el tráfico de los Portugueses, tanto por su lado favorable, como por el adverso. Primeramente, la falta de todo genero de Manufacturas que acabamos de insinuar, á mas de ser un ramo esencialísimo para el Comercio general, pone á esta Nacion en la perpetua y dura necesidad de pagar á la industria de todas las demás un tributo oneroso. En segundo lugar, carece de muchas producciones naturales y precisas, cuya cultura le hace descuidar su indolencia (a), como son granos, cañamo, lino, madera de construccion, mástiles, madera para hacer toneles en que se conserven sus vinos, aceytes, &c. En tercer lugar, como no profesan el cariño que debieran á la Navegacion, dexan de ir á buscar estas producciones en sus primeros orígenes, y se valen de Navíos estrangeros para que B las (a) El defecto de estas producciones no pende en la desidia de sus Naturales, pues habrá pocos Payses en la Europa que estén mas bien cultivados, sino en que su terreno es montanoso, y pedregoso, y una gran parte de él no admite labor alguna. Nota del Tra ductor. Comercio ac tivo. ? las conduzcan á sus propios Puertos. Asi, con una hermosa y extendida Costa, y con una multitud de excelentes ensenadas, puertos y radas, no navega en ningun mar de la Europa, y se sujeta á pagar á las demás Naciones el transporte de todas las Mercadurías que necesitan. En quarto lugar, los Ingleses, Olandeses, Amburgueses, Daneses, Suecos, y otras varias Naciones parti cipan del Comercio de su Pays, estableciendo sus casas en Lisboa, en Oporto y en otras Ciudades, en las quales se enriquecen, y de tiempo en tiempo se retira uno de los asociados á su patria, llevando consigo los tesoros que ha juntado, Finaliente, siendo su situacion á un extremo de la Europa, no le sería facil hacer un Comercio de almacenage, á no ser para las posesiones que tiene en las otras partes del mundo. Todos estos inconvenientes son de tanto bulto, que no podian menos de em pobrecer á Portugal si esta Nacion no disfrutase ventajas insignes, capaces de reparar todas sus pérdidas. §. VII. PRIMERAMENTE entre las producciones naturales de su terreno, de las quales acabamos de hablar, casi han llegado á ser los vinos entre los Ingleses, un genero de primera necesidad: todos los años sacan de este este Reyno una gran cantidad de este licor, cuyo solo articulo balancéa, en algun modo, la importacion de las Manufacturas de que le provee la Gran Bretaña. (a) Los frutos, como limones, naranjas, granadas, &c. son apetecidos de todas las Naciones Européas, y llegan hasta la Rusia. Lo mismo sucede con los aceytes, con la sal de San Ubes (b), y con otras diferentes producciones Portuguesas; pero todas estas exportaciones nada son en comparacion de las ventajas que produce á esta Nacion el Comercio de las Indias Orientales, y Occidentales, en cuyos pingües terrenos tiene ricos establecimientos, y posesiones extendidas, de las quales darémos pronto noticia. Como por una parte provee á estas Colonias de casi todas las Manufacturas necesarias, tanto para la vida humana, como para llenar todas sus principales necesidades, y por otra extrahe en cambio teso (a) Está mui lexos de nivelarse con este ramo la balanza de la importacion de las Manufacturas Inglesas, siendo notorio que aunque éste se junte con el de el aceyte, sal y frutas que extrahen anualmente de Portugal estos Isleños, no llega para satisfacer el importe de solas las bayetas que les venden; y que para el total reintegro de sus importaciones, sacan todos los años de 35 á 40 millones de pesetas en oro y plata. ล้ (b) Se extrahe de todo el Reyno de Portugal, però con especialidad de San Ubes, una porcion considerable de sal para las Potencias del Norte, cuyo valor asciende á 600μ ducados de vellon á el año. Notas del Traductor. Posesiones en las otras del nsundo. ros inmensos, tanto en metales preciosos, como en generos muy buscados, se halla Portugal en estado de pagar con sus propias producciones, y con los retornos de las Indias, no solo todo lo que le subministra la indústria de los demás Pueblos de la Europa, sino tambien de conservar en su Pays un considerable sobrante de riquezas: para la Europa será muy util que los principios de la Politica Portuguesa en lo que concierne á este objeto, y por lo que corresponde á su Comercio, queden en el mismo pie en que los vemos actualmente, y que jamás llegue el melancólico dia de que se cierre esta salida de nuestras Manufacturas. Si los Portugueses se dedicáran con ahinco á que prosperasen entre ellos las Fábricas y la industria, yo creo que sería necesario, ó hacerles la guerra, ó suscitarles obstáculos capaces de destruir sus idéas. §. VIII. AUNQUE los Portugueses fueron los pri meros Descubridores y Conquistadores en tres partes las dos Indias, sin embargo no han podido conservar de todas sus posesiones sino las siguientes: Primero, en la Africa, el Fuerte de Mazagan, sobre la Costa de Marruecos: Catchéo ó Cacheo (a), sobre la Costa de Nota del Tra ductor. (a) Este Comercio vergonzoso de hombres que hacen casi |