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Nota del Traductor.

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la moneda: 27. Del contingente que pagan las Provincias de Cataluña, de Aragon, de Valencia, Estremadura, &c. para la manutención de quarteles, y de cuerpos de guardia: 28. La contribucion que de siete en siete años pagan todos los vasallos al Rey, en reconocimiento de su soberanía: 29.° De otras varias partidas de menor consideracion. (a) Desde luego se ve por la enumeracion que acabamos de hacer de los tributos que pagan los vasallos del Rey de España, que estos están muy gravados, y que segun los principios que nosotros hemos dexado establecidos en el capitulo de la real hacienda, volumen primero; los ramos sobre que recaen las contribuciones, son muy multiplicados. Ustariz conviene con nosotros en que es errado el plan que tiene adoptado el Ministerio de hacienda sobre todos estos objetos, y la experiencia há manifestado la verdad de esta asercion por las consequencias mas funestas, pues quando murió Carlos II, no montaban sino á siete, ú ocho millones de pesetas las rentas publicas. Felipe V, á favor de las luces, y consejos del presidente Orri, restableció en algun modo la real hacienda á un punto, que en el año de 1722, pasaban ya estas rentas de veinte y tres millones de escudos de

Ve

(a) Muchos de estos Derechos no existen en el dia.

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vellon, y se dice que han llegado en lo suc-
cesivo hasta quarenta y dos, en virtud de
algunos nuevos reglamentos, (a) pero á
pesar de todas estas providencias, rey-
nan aun en la administracion de la Real Ha-
cienda, algunos abusos enormes
9 que se-
guramente llegaría á remediar un habil
Ministro. (b)

A

§. XXXIV.

esto se reduce el resumen del estado de España, ahora expondremos compendiosamente, qual debe ser su politica: Es menester distinguir siempre los intereses reales y constantes de un estado, de los intereses particulares y momentaneos de una casa, ú de un Principe que ocupa el trono. Fundado sobre este principio no nos empeñarémos en exâminar qual debiera haber sido la conducta de los Reyes de España, quando eran tambien dueños de los paises baxos, de la Italia; &c. cuyas posesiones les costaba mucho conservar, y solo aumentaban un poder muy diminuto á la España, sin contribuir de ningun modo á la pros

S2

(a) Todas las rentas de España apenas llegan en la actualidad á treinta millones de pesos.

(b) Segun las sabias providencias que vemos emanar del trono en todos los instantes nos podemos lisongear, que veremos dentro de poco tiempo adoptado un plan completo para la direccion de la Real Hacienda.

Politica

Notas del

Traductor.

se

prosperidad de los vasallos. Este Reyno es verisimil que ya no se dexe en adelante alucinar por la adopcion de aquel ruinoso partido, que abrazó la corte de Madrid desde el año de 1730, hasta el de 1746, en conseqüencia de las solicitudes de la Reyna de España, la qual como Princesa de Parma, deseando establecer á sus hijos en Italia, sirvió de todo su ascendente, no solamente sobre el espiritu del Rey, y de todas las fuerzas de España, mas tambien se valió de sus conexiones con la Francia para la verificacion de su designio, el qual logró verlo efectuado, habiendo colocado por fin en el trono de las dos Sicilias, al infante Don Carlos, y en el de Parma, y Plasencia al Infante Don Felipe despues de doce años de guerra que sostuvo en Italia, y despues de haber estado expuesta á perder sus posesiones americanas, y perjudicado notablemente el comercio por la guerra contra los Ingleses, sin que la prosperidad de aquellos sucesos pudiesen indemnizar á la Nacion de la efusion de sangre española, y de los tesoros inmensos que salieron con este motivo de la Península. Estamos muy lexos de erigirnos en profetas políticos, ni de preveer los acontecimientos que sucederán despues de la muerte del Rey Fernando, quando los derechos de la sangre llamen al Rey Carlos de Sicilia, y á su posteridad al trono ni qual será entonces la

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suer

suerte que experimentarán los Estados de Italia. (a) La Providencia que se sirve para la execucion de sus fines tan pronto de la prudencia, como de la locura de los hombres, se burla continuamente de los razonamientos de los mas habiles políticos ; pero suceda lo que se quiera en Italia, le importa muy poco á la España, cuyos verdaderos intereses vamos ahora mismo á exâminar.

§. XXXV.

L4Os objetos que mas interesan al Gabine

te de Madrid, son: 1.° La conservacion de las posesiones de sus Indias, y con especialidad de sus Américas, cuyo importante asunto se puede conseguir con facilidad á favor de una respetable esquadra, que pon

ga
á cubierto todas sus posesiones. Es cons-
tante que los Españoles no deben temer la
conquista del Perú, ya porque solo se pue-
de ir á aquella parte del Nuevo Mundo, á
costa de inmensas riquezas y trabajos, y ya
porque no se puede abordar á él por el lado
del mar, á no doblar el cabo de Ornos, ó
dar la vuelta por las Indias Orientales, cu-
yo viage además de lo que padecería la sa-
lud de los Soldados, por una multitud de .

en

(a) Murió Fernando VI, y sin embargo no ha inudado el Estado de Italia.

Nota delTra

ducto.

Neta del Traductor.

enfermedades que son consiguientes á la variacion de climas, tendrian que luchar con un monte de obstáculos insuperables. El célebre Caballero Uvalpole, previó todas estas dificultades quando la Nacion Inglesa, obligó á su Rey á que hiciera la América, el teatro sangriento de la guerra, que se encendió el año de 1739, entre estas dos po-. tencias. El funesto éxito de los Ingleses, delante de Cartagena, (a) y de otras par

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tes

(a) El año de 1741 consiguió la Nacion Española el mas glorioso triunfo que se ha visto en América contra las armas de los Européos : Eduardo Vernon, Almirante de la Armada de Inglaterra, se presentó contra la Plaza, y Ciudad de Cartagena de Indias, con tan formidable Armada, qual nunca se ha visto en tales mares. Componiase de ocho navios de tres puentes, veinte y ocho de linea, doce fragatas, y paquebotes de veinte hasta cinquenta cañones, dos bombardas, algunos brulotes, y ciento y treinta embarcaciones de transporte que llevában á su bordo mas de nueve mil hombres de desembarco, con todos los aparatos correspondientes á una expedicion en que se lisongeaban hacer colonia Inglesa á Cartagena. De nuestra parte solo habia mil y cien Soldados Españoles, con dos compañias de Negros, y Mulatos libres, y trescientos Milicianos: En el Puerto seis navios de guerra con quatrocientos Soldados de guarnicion, y seiscientos Marineros á las ordenes del Teniente General de Marina, Don Blás de Leso. La Tropa de la Plaza, estaba comandada por Don Sebastian de Eslava, Virrey de Santa Fe y en efecto se calificó el valor, conducta, y felicidad de uno y otro pues habiendo` usado los Ingleses de quantos esfuerzos pudo dictarles su gran poder y arrogancia, para la rendicion de los Castillos Y Plaza, con la tenacidad de mas de dos meses de baterias y asaltos, lograron nuestras armas un triunfo tan cumplido, que se vió precisado el enemigo

de

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