Situacion lo cal. Nota delTra ductor, §. II. LA España (a) confina ácia el Poniente con Portugal, y el Occeano: ácia el Orien te, (a) Esta Nacion, que ha brotado los valentísimos. Soldados, los excelentes Caudillos, los eloqüentísimos Oradores, los ilustres Poetas, los rectísimos Jueces, los admirables Principes; en una palabra, festa Nacion, donde se concentran todas las virtudes militares, morales y politicas. Esta Nacion, que desde el mismo instante que la atacaron empezó á manifestar su heroico valor, llenando de terror á los Cartagineses la gloriosa defensa de aquellos atrevidos Saguntinos, que prefirieron incendiar la Ciudad, y echarse ellos en la hoguera, á la vergüenza de entregarse á sus opresores. Esta Nacion, , que produjo en su seno aquel Viriato, que no siendo mas que un Pastor auxiliado de una quadrilla de Compañeros, hizo temblar seis veces á Roma, y que fue cuna de aquellos gloriosos Numantinos > que no teniendo mas Fortificaciones que sus pechos, humillaron por quatro veces el orgullo Romano, destruyendoles quatro Exércitos inmensos; habiendo llegado el temor y consternacion de esta Capital del Universo hasta tal punto, que ya no habia Soldados que se atrevieran á presentarse delante de un puñado de Numantinos que se burlaban de aquellas Tropas y Generales Romanos, que jamás habian sido vencidos, y que en pleno Senado solo se apellidaban terror Imperii, dos palabras que valen un tomo entero de elogios. Esta Nacion, que criô aquellos valientes Soldados, cuyo prodigioso valor inspiró al Gran Anibal el atrevido designio de atravesar los Alpes, y hacer la guerra á los Romanos en su misma casa; que en el discurso de ocho siglos que se mantuvieron los Agarenos en España, no se pasó un dia que no se señalase su intrepidéz por una accion gloriosa que des.. pues que se desembarazó de los Moros, asombraron á toda la Europa la fogosidad de nuestras Tropas, y pe ri te, con la Francia, de la qual está separa H 2 da ricia de los Generales, en Italia, Francia, Payses Baxos, y con especialidad en la América, para cuyas admirables Conquistas queda corto todo elogio. Esta Nacion, de donde salieron los Trajanos, los Adrianos, los Teodosios, los Pizarros, los Corteses, los Columelas, los Senecas, los Marciales, los Quintilianos; que fue en el siglo quince, y diez y seis, depósito de las Ciencias, asi como fue Señora del Comercio, Navegacion, Artes, Agricultura, vivia contenta en su delicioso Pays, sin pensar en otro exercicio que el de la caza, quando los Cartagineses fixaron el año de 468, antes de Christo, sus miras ambiciosas ácia una region llena de unas riquezas que desconocian sus habitantes. Estos Negociantes que cubrian el Mediterraneo com sus Navíos se presentaron como amigos, que en cambio de los metales inutiles ofrecian comodidades sin numero. El atractivo de un Comercio al parecer tan ventajoso, sedujo hasta tal punto á los Españoles, que les permitieron á estos Republicanos edificar en la Costa algunas Casas para la comodidad de sus personas, algunos Almacenes para la seguridad de sus Mercadurías, y algunos Templos para el culto de sus Dioses; pero con el nombre de Casas, de Almacenes, y de Templos, edificaron Fortalezas por lo largo de la Costa Bética, que hoy llamamos Andalucía y Granada. No tardaron mucho en deponer la máscara, y de aparecer en trage de fieros Conquistadores, que levantaban la voz, daban la ley, afectaban soberanía, y por fin, vinieron á apoderarse el año de 235 antes de Christo, de varias Provincias, las quales se cedian sin resistencia. Inmediatamente se hizo España el teatro de los zéJos, ambicion y odio entre Roma, y Cartágo; pero al cabo, despues de una multitud de batallas sangrientas, arrancaron los Romanos de las manos de los Cartagineses el año de 215 antes de Christo la porcion mas fertil y hermosa de la Europa. El año de 400 de la Era Christiana, las Naciones Salvages del Norte, viendo la corrupcion de los Romanos, da por los Pirineos; ácia el Septentrion con el se atrovieron á invadir Provincias mal governadas y defendidas, Los Suevos, los Alanos, los Vandalos, los Godos pasaron los Pirineos; pero como estaban acostumbrados al oficio de ladrones, estos bárbaros no pudieron acostumbrarse á ser Ciudadanos tranquilos, y asi se destruyeron unos á otros por una continuada guerra. Los Godos mas hábiles, ó mas felices, sometieron á sus enemigos, y compusieron de todas las Españas un Estado, que á pesar del vicio de sus instituciones, y á pesar de la rapiña de los Judíos, que eran los unicos Comerciantes de aquel tiempo, se mantuvieron hasta principios del siglo octavo. En esta época los Moros, que habian subyugado la Africa, con esta impetuosidad que distinguia todas sus empresas, pasan el mar, encuentran en el Trono un Rey sin costumbres y sin talentos, muchos Cortesanos,' pocos Ministros, Soldados sin valor, y Generales sin experiencia, Pueblos afeminados que menospreciaban el gobierno, y dispuestos á mudar de Soberano: una múltitud de rebeldes, que se alistaban en las Vanderas del los Africanos para destruir, quemar y talar todo lo que se les presentaba delante. Este torrente hizo polvo el Imperio de los Christianos en menos de tres años, y fundaron los Infieles el suyo sobre sus cenizas. * Su Imperio duró hasta el año de 1492, en cuya felíz época se acabó de exterminar todo el poder Agareno. A principios del siglo diez y seis empezó á sentarse sobre el Trono Español la Casa de Austria, y permaneció en él hasta ultimos del diez y siete; y en el de diez y ocho entró á reynar la de Borbon, de cuya Familia es el excelente Monarca que oy empuña el Cetro. La España está situada entre los 36, y 44 grados de latitud, y 10, y 24 de longitud. Las Provincias de que se compone son trece's sus nombres son: Castilla, Andalucía, Estremadura, Galicia, Asturias, Vizcaya, Alava, Guipuzcoa, Navarra, Aragon, Cataluña, Valencia, y Murcia: despues se subdivide en varias Comarcas, como la Mancha, Alcarria, Campos, Encartaciones &c. el Oceano Atlántico á quien se da el nombre de Mar de Vizcaya; y por el Mediodia con el Oceano Occidental , y en parte con el Mediterraneo. Los mas hábiles Geógrafos nos aseguran que este Reyno tiene ciento y veinte millas Alemanas en su mayor longitud, y ochenta y quatro por la parte que menos. Desde luego se dexa discurrir, que un Pays que no tiene mas Vecinos que los Reynos de Portugal y de Francia, que es de una extension tan dilatada, y que logra la favorable circunstancia de la mas felíz situacion, no puede menos de ser un Reyno considerable. §. III. LA Monarquía Española fue en otros tiempos tan poderosa por sus Posesiones estrangeras, que llegó á ser Señora de Portugal, de las diez y siete Provincias de los Payses Baxos, del Milanés, del Reyno de Nápoles, y de la mayor parte de la América. (a) En este tiempo era la Nacion mas for (a) Tambien fue Señora en este mismo tiempo de la Sicilia, de Cerdeña, del Franco-Condado, de las Islas Azores, de las Islas de Cabo Verde, de Tanger, de Tunez, de la Isla Santo Tomé, de casi todas las Costas de Africa, desde el Cabo Blanco, hasta el Cabo Guardafi, cerca del Mar Rojo; en la Asia de la Isla de Ormus; en la entrada del Golfo Pérsico, y en este de la Isla de Bahrein, Su antigue poder. Nota del Tra ductor. Nota del Tra ductor. formidable de la Europa (a); pero en el rein, célebre por la pesca de las perlas en las Indias > (a) Este tiempo, de que habla el Autor, fue el principio del Reynado de Felipe II., cuya época ha sido la mas brillante que ha conocido la Nacion Españolas pues entonces sus Payses, como sus tesoros eran inmensos, sus Esquadras, y Vanderas invencibles Sus Tropas las primeras de la Europa; pero este Coloso de poder, de riqueza, y de Magestad, empezó á titubear á los últimos del Reynado de este Monarca. En el de su succesor Felipe III. ya le faltó la cabeza ; en el de Felipe IV. los brazos, las piernas, y todo el resto del cuerpo habiendo llegado á desmoronarse de tal modo antes de subir al Trono Carlos II., que ya no quedó la menor reliquia, ni vestigio en su Reynado de la grandeza colosal de esta Monarquía: la qual con todas sus Minas de México, y del Perú, no teniendo con qué pagar las Tropas en tiempo de Felipe IV., se vió en la dura necesidad de dar á la moneda de cobre casi el mismo valor que si fuera de plata : y sus Esquadras, que habian sido el terror de la Europa, vinieron á reducirse en el Reynado de Carlos II, á dos Navios, y una Tartana. |