Notas del Traductor. to Almacen de los Pueblos Comerciantes, como nosotros lo demostrarémos con mas particularidad en lo succesivo. Las principales Casas de los Negociantes de Cadiz, Sevilla, Malaga, y de otros Lugares, son como en Portugal, Estrangeras, Inglesas, Holandesas (a) &c. las quales al cabo de cierto tiempo se retiran á su patria con las riquezas que han adquirido, segun el curso del cambio de todas las grandes Plazas de Comercio; la balanza mercantil debe ser muy perjudicial á la España, (b) cuya verdad confirma Ustariz, quien asegura que salen (a) Las casas estrangeras, que están establecidas en Cadiz, ni son las principales, ni las únicas que hay en aquel emporio del Comercio. (6) Yo me persuado, que ni en los tiempos en que escribia Bielfeld, ni en los anteriores, ni mucho menos en los actuales ha propendido la balanza mercantil ácia las Naciones estrangeras con tantas ventajas como su→ ponen los Autores, que se han detenido en hacer pinturas patéticas de lo atrasada que está la industria Española. Pues si fuera cierto que despues de los inmensos tesoros que difundió por toda la Europa Carlos V. con el motivo de sus guerras y de los tres mil millones de pesetas que derramó igualmente fuera de España su hijo Felipe II. en la prosecucion de las idéas ambiciosas de su padre, salieratan perjudicado anualmente nuestro Comercio, que importase no tantos millones de pesos como dicen, sino tan solo uno, ya no habria en España alhaja, ni palmo de tierra que no fuera de los Estrangeros, pues no pudiendoles pagar las mercadurías que introducen con los productos de la Península, y con la plata, y oro que nos rinden las minas Americanas , cuyos metales se deben reputar como si fueran frutos de la Pe nín len anualmente de la Península mas de quince millones en oro y plata. Esta extraccion de los caudales Españoles ha sido tan enorme, que segun un Historiador famoso, ya baxo del Reynado de Felipe IV, á pesar de las Minas del Nuevo Mundo, la España era tan pobre, que el Monarca de Megico y del Perú, se vió reducido á la dura necesidad de falsificar la moneda, dando á la del cobre un valor casi igual al de la plata, para subvenir á los gastos y cargas del Esta do. nínsula, era preciso que se hubiera pagado este excedente de las importaciones estrangeras con las alhajas destinadas para el adorno de las casas, y que no pudiendo sufragar estas, se hubieran ido vendiendo las tierras. En esta inteligencia yo creo, que aun en los tiempos en que ha estado mas abandonado el Comercio, é industria quando no haya ganado con la extraccion de sus frutos Españoles, y Americanos con que pagar los efectos de la industria estrangera, ha quedado á lo menos la balanza en un perfecto equilibrio, sin propender á un lado, ni á otro; pues á no ser asi se hubieran vendido las alhajas y tierras, como lo déxo insinuados y á este melancolico punto no ha llegado todavia nuestra estimabilísima Patria. Ahora bien, si en los tiempos en que no habia casi ninguna fabrica en España no han salido los tesoros que se suponen, en el dia que se ha duplicado la Agricultura, triplicado la industria, y quadruplicado el Comercio, es preciso que queden anualmente muchos millones de pesos, y que segun los rapidos progresos que por instantes hacen todos estos ramos, volvamos á ver dentro de poco aquel tiempo en que rebosaban tanto las riquezas españolas en conseqüencia de su trafico, que en la Feria de Medina se negociaban en letras de cambio el valor de mas de ciento y cinqüenta millones de pesos. ductor. do. Aunque actualmente no padece una indigencia tan grande, es sin embargo cierto que el Comercio no enriquece bastante á la Nacion Española; y que la poca estimacion que se hace de la honrosa profesion de los Negociantes (a), será verisimilmen te (a) Es cierto que los Poseedores de Mayorazgos no hacemos en España la estimacion que merece esta utilísima Nota del Tra profesion, sin embargo de que el Monarca actual la ha Ilenado de las mayores distinciones, y que en todas las Sociedades literarias esparcidas por la Península, no resuena sino la lectura de aquellas Obras que se proponen por objeto el adelantamiento de las Artes, y Comercio. Este desprecio con que miran algunos una Profesion alma de la Agricultura, vida de las artes, mantenimien to de la poblacion, causatríz de la tranquilidad, apoyo de la Marina, y nervio del Estado: una Profesion que es la cadena que todo lo une la fuente todo lo fecunda, la máquina que todo lo mueve, la columna con que se sostienen los Imperios, la basa en que descansa todo el edificio de la felicidad públicaspues si falca, luego bambaléa el estado, flaquean sus resortes, las junturas se desunen, undense los cimientos, sueltase la trabazon, abrese todo el edificio, se desbarata, y al fin desaparece. que J Este desprecio, vuelvo á decir, con que se mira una Profesion tan ilustre, y los sincéros y ardientes deseos que me aníman de tener parte en la gloria de disipar tan funestas preocupaciones, me impelió á hacer la Apología del Comercio, en una Disertacion que la Real Sociedad Bascongada, llena de estas máximas determino, se leyese en sus Juntas públicas de Bilbao de 1778, en la qual probé lo nobilísimo de un Exercicio que miran con ceño quatro Don Quixotes, que piensan que la Nobleza solo consiste en unos pergaminos viejos, ó en quatro casas desmoronadas; pero por desgracia el tiem po manifestó, que su lectura humilló la soberbia de algunos, viendose convencidos de que no debian hacer tantos ascos de una Profesion que habia exercido la ma ! yor te un poderoso obstáculo que retardará mucho tiempo el que su tráfico pueda competir con el de las demás Naciones. S. IX. LOs Españoles navegan muy poco en los Mares de la Europa (a), y asi los Navíos Mercantiles de las demas Naciones son los que les conducen todo quanto necesitan; pero en recompensa, hacen solos por sí, y con exclusion de todos los demas Pueblos, el Comercio maritimo en las Posesiones del Nuevo mundo, y miran con despecho á todos los Navíos Estrangeros que aparecen en estos mares, y que se aproxîman á sus Costas para hacer un Comercio fraudulento. Con el designio de se L pa yor parte de los Fundadores de Mayorazgos; pues á la verdad, si se reflexiona que para fundar un Mayorazgo de dos mil pesos de renta, es necesario un capital de cien mil, y que en la Toga, ni en la Milicia no se adquiere esta enorme cantidad, exceptuando en los Virreynatos de América, es forzoso confesar que los Virreyes, y Comerciantes casi son los unicos que han tenido la prerrogativa de fundar May orazgos de dicha cantidad, y que siendo muchos los Vínculos, y pocos los Virreyes, por consiguiente la mayor parte han sido instituidos. por los Negociantes. (a) Desde algun tiempo á esta parte los Españoles se van aficionando á la Navegacion, como lo comprueban los muchos Navíos que se ven pasar todos los años por el Sund, siendo cierto que quando escribia Bielfeld, solo de lustro á lustro se veía un Navío Español en el Báltico. Navegacion. Nota del Traductor. Posesiones ac pararlos de ellas, y de castigar los excesos á que se arrojan por sostener el tráfico furtivo, se ha empeñado la España varias veces en una guerra sangrienta. Despues que háyamos dado á conocer quales son los Payses y Colonias que pertenecen á la Monarquía Española, harémos relacion de las circunstancias en que está arreglada la Navegacion y Comercio de las Indias. §. X. LA España posee: 1. En el Mediterra tuales de la neo las Islas de Mallorca, Ibiza y FromenEspaña. tera; la de los Baliares, ó Baliarides, llamada Menorca, que fue conquistada por los Ingleses el año de 1708, y declarada como Posesion de la Gran Bretaña por la Paz de Utrech, acaba de sujetarse á la obediencia de los Franceses: 2.° En la Africa las Ciudades de Ceuta, Oran, Mazalquivir, Melilla, y el Peñon de Velez, cuyas Plazas le costarian mucho si el Estado no se indemnizase con las rentas que le produce la Bula de la Cruzada: 3.o En el Oceano Atlántico las Islas Canarias: 4.o En Asia, las Islas Filipinas; al Oriente de la India, las Islas de San Lázaro, las Islas de los Ladrones, y las Islas de Salomon, las quales no están aun del todo descubiertas; pero los Españoles se las han apropiado: 5.o En la América una extension de mas de dos mil le |