lido nunca de su patria conocen la imperfeccion de los antiguos métodos; pero debemos repetir que las mudanzas no pueden ser sino muy lentas en un pueblo que no gusta de novedades, y donde el gobierno tiene tan poco influjo en los laboríos por pertenecer estos á individuos particulares y no á compañías de accionistas. Hay ademas la preocupacion de que las minas de Nueva-España, por ser tan ricas, no exigen en su administracion aquella inteligencia y economía que son necesarias para la conservacion de las de la Sajonia y del Harz. Pero no debe confundirse la abundancia de los minerales con su riqueza intrínseca. Siendo la mayor parte de los minerales de Méjico muy pobres, como lo dejamos probado y como lo confiesan los que no se dejan alucinar con falsos cálculos, es menester para tener un producto de dos millones medio de marcos de plata, extraer una enorme masa de matriz. Y es fácil de concebir que en las minas donde las diversas labores ó planes estan mal dispuestas y sin comunicacion entre sí, los gastos de extraccion deben crecer de un modo espantoso, á proporcion que los tiros van siendo mas profundos y los cañones de mayor extension.

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El trabajo del minero es absolutamente libre en todo el reino de Nueva - España; á ningun indio ni mestizo se puede forzar á dedicarse al laborio de las minas. Es falso, por mas que esta especie se haya repetido en los libros de mas reputacion, que la corte de Madrid envie presidarios á la América para trabajar

en las minas de oro y plata. Los malhechores rusos han poblado las minas de la Siberia; pero en las colonias españolas es felizmente desconocido este castigo siglos hace. El minero mejicano es el que está mejor pagado entre todos los mineros; gana á lo menos de 25 á 30 pesetas por semana de seis dias, cuando el jornal de los que trabajan al aire libre, por ejemplo, en la agricultura, es de ocho pesetas en la mesa central, y de nueve y media cerca de las costas *. Los tenateros y faeneros, cuyo oficio es conducir los minerales á los despachos, ganan muchas veces mas de seis pesetas por su jornal de seis horas **. La buena fe no es tan comun entre los mineros mejicanos como entre los alemanes y suecos, y se valen de mil ardides para robar los minerales que son muy ricos. Como estan casi desnudos, y se les registra al salir de la mina del modo mas indecente, ocultan pedacitos de plata nativa, ó de rosicler, ó plata córnea entre el pelo, debajo de los sobacos ó en la boca; colocan tambien en el ano cilindros de arcilla llenos de metal, á llaman longanas, de las cuales algunas tienen 13 centímetros (cinco pulgadas) de largo. Es un triste espectáculo ver en las grandes minas de Méjico, centenares de operarios, entre los cuales hay algunos muy hombres de bien, precisados á dejarse registrar al salir del tiro ó del cañon. Se toma nota de los mi

Véase, tom. II, pag. 56, 296 y 358. ** En Freiberg, en Sajonia, cinco jornales de 4 pesetas á 4

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un minero gana cada semana de y media.

nerales que se hallan en el pelo, en la boca ó en otra parte del del cuerpo del minero. En Guanajuato, en solo la mina de Valenciana, el valor de estos minerales robados, una gran parte de ellos por medio de las longanas, ascendia, desde 1774 á 1787, á la suma de 180,000 duros.

En lo interior de las minas se intervienen con mucho cuidado los minerales que conducen los tenateros desde los planes al tiro. En Valenciana por ejemplo, se sabe, con pocas libras de diferencia, la cantidad de matriz que sale diariamente de la mina; digo de matriz, porque nunca se saca la roca, sino que se la emplea para llenar los huecos que dejan los minerales extraidos. En el despacho de los grandes tiros estan socavados en el muro dos aposentos, en cada uno de los cuales estan sentados dos despachadores, que tienen un libro en el cual se pone el nombre de todos los mineros ocupados en la conduccion. Delante de ellos, cerca de la mesa de despacho, estan colgadas dos balanzas. Cada tenatero cargado de mineral se presenta á la mesa de despacho, y dos personas colocadas cerca de las balanzas juzgan del peso de la carga, sobrelevantándola un poco. Si el tenatero, que en el camino que ya lleva hecho ha tenido tiempo de valuar su carga, la cree de menos peso que lo dice el despachador, no dice nada, porque el error le es útil; si por el contrario la considera mayor, entonces pide que se pese su carga en la balanza, y el peso que asi se señala, se escribe en el li

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bro del despachador. De cualquier parte de la mina de donde venga el tenatero, se le paga la carga de nueve arrobas un real de plata y la de 13 arrobas á real y medio por viage. Hạy tenateros que hacen en un dia ocho ó diez viages, y se arregla su paga segun el libro del despachador. No hay duda que este método de cuenta y razon es bien digno de elogio, y se admira á un mismo tiempo la celeridad, el órden paz con que se consigue determinar el peso de tantos millares de quintales de minerales como dan en un solo dia unas vetas de 12 ó 15 metros de ancho.

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Estos minerales, ya separados de las rocas pobres dentro de la misma mina por los maestros (quebradores), pasan por tres preparaciones, á saber, en los despachos, en donde trabajan mugeres, en los molinos de mazos y en las tahonas ó arrastres. Estas tahonas son unas máquinas en las cuales se tritura la matriz con unas piedras muy duras que tienen un movimiento circular y que pesan mas de 7 ú 8 quintales. Hasta ahora no se conoce ni el lavadero en la tina (sezwäsche) ni el de las mesas inmobles (liegende heerde) ó de percusion (stossheerde). La preparacion con los mazos ó en las tahonas, que se asemejan á los molinos de tabaco, es diferente segun que el metal se destina á la fundicion ó á la amalgamacion. Propiamente las tahonas no se usan sino para esta última operacion; sin embargo algunos granos metálicos muy ricos, llamados polvillos, que han sufrido la trituracion en la tahona, van tambien á la fundicion.

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La cantidad de plata extraida de los minerales por medio del mercurio es á la producida por la fundicion como 3 á 1. Esta proporcion resulta del estado general formado por las cajas reales de los diferentes distritos de minas de Nueva-España. No obstante hay algunos de estos distritos ó reales, por ejemplo los de Sombrerete y Zimapan, en los cuales es mas lo que se saca por fundicion que por amalga

macion.

Plata quintada extraida de las minas de la Nueva-España, desde 1o de enero de 1785, hasta 31 de diciembre de 1798.

Creo que deberia añadirse una 5a parte á las cantidades que se acotan en el precedente estado, para reducirle al verdadero estado actual del laborío. En