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esta substancia es resinosa y la estraen las abejas del diente de leon y otras plantas chicoráceas: de este mismo betun usan en todas sus obras preparatorias interiores.

Las abejas sacan primero el primer panal de cera en lo alto de la colmena y le bajan de diez á quince centímetros, luego empiezan el segundo inmediatamente despues, luego el tercero, el cuarto, etc. de mas ó ménos grueso y todos reunidos. Los panales se componen de unos tubos de cera dispuestos paralelamente en forma exagonal: estos tubos, llamados celdas ó alveolos, son unos prismas de seis caras, cerrados por la parte inferior, de cerca de cinco milímetros de ancho y doce de profundidad; están colocados unos sobre otros con ejes paralelos y casi horizontales, y sus aberturas en un mismo plano vertical, que es el que termina el panal; este modelo de construccion, es el mejor, para economizar tiempo y materia. En la parte posterior de este aparato de cera, hay otro igual y opuesto, y unido de modo que los alveolos, cuyas aberturas están en esta superficie, tienen sus bases formalas del lado opuesto.

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La reunion de estas dos filas de celdas opuestas, forma el panal, que tiene cerca de veinte y dos milímetros de grueso. La colmena tiene muchos de estos panales (comunmente de seis á nueve) dispuestos en tabiques verticales y paralelos, dejando entre sí casi un centímetro de espacio, necesario al trabajo, y calles para facilitar la circulacion. Los panales están unidos por una fábrica consistente, á las paredes de la colmena, á fin de no ceder al peso de la cera, de la miel y de los insectos, abejas, etc. que reposan en ellos, el cual se estima en doce ó quince libras en cada una.

En estas celdas es donde las abejas depositan sus provisiones y alimentan su posteridad. Ademas del doloroso aguijon que les sirve de defensa, la naturaleza las ha provisto de una trompa ó lengua de que se sirven para estraer el néctar de las flores, el jugo meloso de las hojas y las frutas. Tienen dos estómagos, de los cuales el uno, situado en la parte superior del、 cuerpo, no tiene mas que miel, y el otro, en el vientre, encierra la cera; esta cera, que es el resultado de la digestion, trasuda por las estremidades de los anillos en forma de cintas, y tambien es arrojada por la boca con el auxilio de una contraccion muscular: está probado positivamente que la cera es el producto de la, elavoracion que la miel ha sufrido por la nutricion, y de ella se sirve la abeja para construir sus panales.

El licor meloso que ha recogido lleva el tributo á la colonia, le vacia para que sirva de alimento á las. artífices ocupadas en el trabajo interior, ó le deposita en las celdas, de las cuales unas situadas en lo alto de la colmena, se cierran por una cubierta plana, á fin de evitar que se derrame, evapore ó se descom-. ponga la miel, y son como el granero de la provision para el invierno; y las otras están abiertas para sacarla incesantemente segun sus necesidades. Las abejas,como todo insecto, esperimentan muchas metamórfosis nacen de un huevo en forma de gusanito, despues se transforman en ninfas y finalmente toman sus alas; una parte de los panales está reservada á contener la semilla; cada celda encierra un huevo que empolla de tres á seis dias despues de puesto y en virtud del único calor de la colmena que siempre es mayor que el del aire esterior. El gusanillo es alimentado por los cuydados de las abejas con jalea, primero insípida, y

despues mas azucarada que deponen en su celda. Esta jalea es una alteracion que las abejas hacen sufrir al polen de las flores, y su provision se halla depositada en algunas celdas. Al cabo de seis dias el gusano ha adquirido todo su desarrollo, cuando la temperatura es caliente; entónces se cuida de llevarle víveres, y se cierra su morada con una cubierta de cera de forma abovedada.

El gusano en esta prision, despues de haber entapizado las paredes de una red de seda, se transforma en ninfa, estado de muerte aparente, en que permanece unos doce dias. En este tiempo se opera su última metamórfosis, y adquiriendo alas, rasga la seda que la rodea, roe la puerta de su cárcel y sale de ella; las demas se amontonan entónces para ayudarla á andar, secarla y alimentarla; limpian la celda que ha quedado vacía y la preparan para recibir otro huevo, mientras que la nueva abeja despues de un descanso de doce horas á lo ménos, imitando á sus compañeras, va á pastar y á trabajar con ardor para la prosperidad comun.

Todo esto se refiere especialmente á la inmensa mayoría de las abejas de una colmena, cuyo número llega á treinta Ŏ cuarenta-mil; las ménos pobladas contienen veinte mil; pero existen tambien en ellas otros seres que llaman igualmente nuestra atencion.

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Se distinguen en las colmenas los machos, las hembras las trabajadoras. La existencia de los primeros no es mas que de unas seis semanas; pasada la época de la cria, como los machos son inútiles despues de la fecundacion, porque no trabajan, y serian un peso para la comunidad durante el invierno, las trabajadoras los matan sin piedad, y esta ejecucion se verifica a fines de julio. Los machos ó zánganos son mas grue

sos que las trabajadoras, pero no están como ellas armados de aguijon, y nacen en celdas de la misma forma que las demas, aunque algo mas grandes: tienen siete ú ocho milímetros de ancho y á lo ménos diez y ocho de largo. El lugar en donde depositan la semilla las trabajadoras, es mucho mas grande que aquel en que la depositan los machos: si hay ocho panales, los cuatro del centro y los dos esteriores están reservados á las trabajadoras y los otros dos á los machos, de los cuales solo se cuentan de mil quinientos á mil ocho cientos, ó á lo mas dos mil en una colmena de cuarenta mil trabajadoras. Naciendo en mayo y muriendo en julio, apénas viven mas de seis semanas, y ni se hace caso de ellos en la república.

La hembra, pues solo hay una en cada colmena, es todavia mayor que los machos; se llama la reina, porque es el objeto de los cuidados y veneracion de toda la colonia, cuya existencia propaga; jamas esta hembra puede ser fecundada en la colmena. Cinco ó seis dias despues de su nacimiento, sale al aire libre con señales de cópula; algunas veces necesita salir dos ó tres veces para hallar en el aire la ocasion de juntarse, y parece que este solo acto la fecundiza para toda su vida, que es de seis á diez años. La aovacion empieza ordinariamente cuarenta y ocho, horas despues de la cópula, y hasta entónces las abejas tienen poca consideracion con ella; pero luego se convierte en alma de la sociedad; no sale mas de su habitacion; la alimentan con abundancia y aun parecen anticiparse á sus deseos. La naturaleza ha dado á la hembra un grito ó canto que aterra á toda la república; las trabajadoras obedecen á su voluntad, se sacrifican sin vacilar en su

defensa y la siguen cuando quiere salir, arrastrando el enjambre en pos de ella.

La hembra tiene cinco mil huevos visibles y pone uno en cada celda: hácia el principio de la primavera empieza la puesta de hembras; dos meses despues pone los huevos de machos, y despues todavia algunos huevos de hembra sin equivocarse de celdas; cada dia pone muchos centenares de huevos, y se cree que anualmente ascienden á cincuenta mil lo ménos.

La celda destinada á dar nacimiento á una reina es de una forma particular, colocada verticalmente y como por casualidad. Consta de un grueso tubo oblongo, de tres centímetros y cuarto de profundidad, con paredes de tres milímetros, y su peso equivale al de ciento y cincuenta de las otras; unas veces está suspendida por un punto á orilla de un panal, otras colocada en su superficie; el principal estremo está arriba, su entrada es estrecha y dirigida hacia abajo, y ordinariamente hay de seis á diez en una colmena y á veces mas de veinte, para reparar la pérdida que podrian tener de la reina, por accidente ó despues de haber jabardeado.

La poblacion de la colmena se hace pronto tan numerosa que no puede contenerse en su recinto; entónces sale la reina arrastrando tras sí todas las abejas que se hallan en ella. Pero ántes ha tenido la ya prevision de preparar sucesion al trono, y su vientre bastante disminuido le deja el poder de arrebatarse al vuelo. Recogido este enjambre en una habitacion nueva empieza en seguida á construir los alveolos de cera; la reina continua su puesta hasta el mes de setiembre, pues la suspende durante el otoño y el invierno, y la nueva colonia se hace luego tan rica y poderosa

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