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de esta sustancia; y si la disolucion filtrada saturaba 34 gramos de agua acídula, se concluia que esta sal tenia 34 grados, ó que 100 hubieran saturado 34 de ácido concentrado. Aunque este resultado tomado aisladamente nada puede indicar, se concibe que comparándolo con todos los obtenidos de diversos álcalis, se conseguian las relaciones ó valores comparativos exactos.

Aunque esta operacion con que se intenta determinar la cantidad de ácido sulfúrico que puede saturar una materia alcalina, sea una de las mas sencillas que se hacen en los laboratorios de química, muy pocos fabricantes, mercaderes ó consumidores tenian bastante práctica en las maniobras, ó balanzas bien exactas, para serles posible valuar la riqueza de los álcalis que distribuian ó compraban en el comercio; y era muy raro que tal cual vez se sometiesen estas materias á las análisis de algun químico. Cómo era posible llegar á determinar el valor vendible del álcali? Los carácteres físicos esteriores, la impresion en la lengua, el embarrilado particular á ciertas potasas ó sosas estrangeras, eran tipos muy inciertos de su grado de pureza: no habia otros sin embargo en lo general: cuantos medios de realizar grandes beneficios ó esperimentar considerables pérdidas, no ofrecian al fraude ó á la ignorancia, las fáciles variaciones en la cantidad real de álcali contenido bajo las mismas formas?

M. Descroizilles, hizo pues efectivamente un servicio muy interesante á la clase industrial, haciendo desaparecer para siempre una peligrosa incertidumbre, que embarazaba tan grandes y numerosas operaciones mercantiles.

El primer tubo alcalímetro construido por M. Descroizilles, y generalizado en el comercio, tenia una di

vision tal, que la porcion de una agua acídula que representase el décimo de su peso de ácido sulfúrico á 66 contenida en la capacidad del tubo comprendida entre cada grado, era igual á 5 decígramos de agua acídula, equivalente á cinco centígramos de ácido sulfúrico á 66°; y como la disolucion alcalina que debia saturarse, representaba 5 gramos de sosa ó de potasa empleados, se seguia necesariamente de aqui, que cada division del instrumento contenia en agua acídula el décimo del álcali sometido á la prueba, ó el centésimo en ácido sulfúrico concentrado á 669; y si se empleaba en una saturacion el agua acídula contenida en 50 divisiones del alcalímetro, se concluia que 100 de la materia alcalina ensayada saturaban 50 de ácido sulfúrico concentrado (40 de ácido sulfúrico real), y se decía que este álcali marcaba 50 grados. Conociendo la composicion de los sulfatos de sosa y de potasa, podia deducirse inmediatamente la cantidad real de uno de estos álcalis, demostrada por la saturacion, y aun mas, tomando por base el valor vendible de uno cualquiera, se podia conocer comparativamente el de todos los demas. Si por ejemplo se queria saber cual era el valor de un sub-carbonato de sosa secado, la cantidad de sub-carbonato de sosa cristalizado que podia representar, y de sosa pura que contenia, se suponia que 5 gramos de este sub-carbonato desecado hubiesen empleado el agua acídula contenida en 70 divisiones del alcalímetro, ó como si se dijese que esta sal saturaba 70 grados, y como el sub-carbonato de sosa cristalizado del comercio satura 35 grados, se inferia que el primero estaba con el segundo en la razon de 70 á 35, ó que valia dos veces el sub-carbonato de sosa cristalizado, equivalente por la saturacion á de ácido sulfúrico; 100 de

3.5

la

70

Too

esta sal de sosa ensayada, que saturaba y representaba 200 de sub-carbonato de sosa cristalizado, equivalian á 40 de sosa pura.

M. Descroizilles hizo algunas variaciones en la construccion de sus alcalímetros; uno de las mas importantantes es la estension de la escala de las divisiones señaladas en el tubo alcalimétrico, que primitivamente no podia indicar mas que 72 grados. Y en efecto las sosas de Alicante, de Tenerife, de Cartagena, de Wareck, etc., lo mismo que las sosas en bruto artificiales, tienen una riqueza alcalina inferior á esta ley, y las mejores potasas no pasan á penas de 60 grados; mas despues que se han convertido en sales de sosa blancas las sosas brutas, separando de ellas las materias insolubles, se han obtenido estas sales mucho mas ricas, y bastante comunmente de 70 á 80 grados; las obtenidas por el procedimiento del ácido piroleñoso saturaban mas de 100 grados.

Puede no obstante determinarse el poder saturante mas allá de 720 con el auxilio de los alcalímetros antiguos, de que se sirven muchos todavia, para lo cual basta llenar segunda vez de agua acídula el tubo alcalimétrico, despues de haber empleado la contenida en las 72 divisiones de este instrumento; y despues de haber continuado y terminado la saturacion con esta nueva cantidad, añadir á los 72 grados los indicados por el segundo uso; pero esta operacion sería por tanto mas complicada, é induciria á duplicado error. En el dia la escala alcalimétrica tiene 100 divisiones ó grados. Para facilitar la graduacion del alcalímetro, M. Descroizilles sustituyó ademas las medidas á los pesos, es decir, que en lugar de echar en el tubo 5 decígramos de agua acídula para formar cada espacio, añade

sucesivamente para cada grado medio milésimo de litro de agua pura; es preciso entónces que el agua acídula, en cada uno de estos volúmenes contenga exactamente 5 centígramos de ácido sulfúrico concentrado á 66° Para poder componerla asi, se mide anticipadamente un volúmen cualquiera de agua pura, de peso conocido. Se llena este volúmen con el décimo de su peso de ácido sulfúrico concentrado, mas la cantidad de agua necesaria para completarle. Si se toma por ejemplo un frasco de la cabida de un litro, ó 1.000 gramos de agua, lleno hasta un punto del cuello en que se haga una señal, pésense 100 gramos de ácido sulfúrico concentrado á 66o y échense en este frasco, añadiendo despues agua, hasta que esta mezcla ocupe toda la capacidad y llegue á la señal hecha en el cuello; de este modo habrá una seguridad de que el volúmen de un litro contenga 100 gramos de ácido sulfúrico concentrado, y por consiguiente que cada grado igual á un medio milímetro deberá contener 5 centígramos de este ácido; todos los resultados serán pues los mismos que los obtenidos en el primero con el alcalímetro antiguo.

Para evitar aun que se haya de pesar el ácido sulfúrico, ha trazado M. Descroizilles en su nuevo alcalímetro una línea á cuya altura contenga este tubo exactamente 80 gramos, y ha indicado en su noticia el uso de una botella de vino ordinaria, que llena hasta uno de los puntos de su cuello, pueda contener 800 gramos de agua pura, etc. En lo demas se sigue el modo indicado mas arriba, para componer el agua acídula.

La mezcla de ácido sulfúrico y de agua debe hacerse con precaucion, para evitar el calor demasiado vivo de la combinacion, que podria hacer romper el frasco. Para prevenir este accidente se echa primero

agua hasta cerca de la mitad de la capacidad del frasco ó botella; despues se añade en porciones sucesivas el ácido sulfúrico, agitando la mezcla durante cada intermitencia; se enjuaga con agua el frasco en que se pesó separadamente el ácido sulfúrico; estas enjuagaduras se echan en la botella donde se hace la mezcla, y se acaba de llanar la botella con agua pura hasta la señal hecha en el cuello, que indica el volúmen que debe ocupar la mezcla total. Es menester ademas añadir un poco de agua pura despues del enfriamiento, para llenar el vacío que se ha formado por la disminucion de temperatura.

Las divisiones en el tubo alcalimétrico y todas las señales hechas en este instrumento, se marcan con una pluma de punta de diamante.

Ensayos de las potasas y sosas por medio del alcalímetro. Despues de bien seguros de que la muestra de este álcali representa toda la masa cuya riqueza nos proponemos conocer (v. POTASA Y SOSA) se muele perfectamente esta muestra en un mortero de hierro ó de cobre (si la materia alcalina que se ensaya, contiene muchas partes insolubles, es menester reducirlas á polvo impalpable); se pesan despues 10 gramos de ella lo mas exactamente que sea posible, y se ponen en un mortero de vidrio donde se trituran de nuevo con un poco de agua; luego se añade una cantidad de agua suficiente para llenar con esta disolucion enturbiada una pequeña medida de un medio decílitro á poca diferencia, y esta disolucion se echa en un vaso, despues de medida con exactitud; se enjuaga con agua el mortero y el pilon por lociones sucesivas, reuniendo todas estas enjuagaduras en la pequeña medida, que vuelve á llenarse otra vez exactamente; el todo se echa en el

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