leon emprendió la conquista de la Rusia, y creyó llegar hasta Petersburgo su corte, y aun destronar al emperador Alexandro. Mas Dios castigó este orgullo y presuncion de modo que los rusos, al frente de su Emperador, han venido hasta París, donde han conseguido con los demas aliados. verlo depuesto de su tan soberbio trono. Napoleon y todos sus escritores y partidarios no han cesado de calumniar y hacer odiosos á los ingleses para con las otras potencias. Pues Napoleon las ha visto en su fin tan unidas con los mismos ingleses por una armonía y teson tal, que al fin han conseguido dar en tierra con su colosal poder. Napoleon asesinó alevosamente al inocente duque de Enguien, único vástago, que á ma no pudo haber, de la preciosa vid de los Borbones franceses, creyendo que así conseguia arrancar y borrar hasta su memoria, para que no volviesen á reynar. Pues Napoleon ha visto con asombro restituidos los Borbones al mismo trono que él y sus antecesores revolucionarios quisieron extinguir tan cruel é injustamente. Napoleon fue enredando en la red de su tiranía á todos los príncipes de la confederacion del Rin, y hasta el rey de Prusia y toda la Olanda. Y por estos años los hemos visto servirle para el mayor engrandecimiento de su imperio, y aun para hacer mas cruel la guerra de España. Atendidas todas las circunstancias, y el absoluto imperio que aquel Tirano tenia sobre éllos, parecia, que 6 no se volverian contra él, ó caso sería despues de haberles hecho padecer y sostener la guerra en sus estados, para entretanto fortificar y abastecer los de su imperio, y por este medio hacer la guerra mucho mas cruel y duradera. Pero todo casi le ha sucedido al reves. Y estos mismos aliados, que el Tirano los miraba como peanas de su trono, lo han desamparado en un momento, y vuelto sus armas contra él, y con tal eficacia, que han conseguido poner á sus pies al que queria tenerlos á éllos. Napoleon y sus anteriores revolucionarios se propusieron extinguir la Religion católica de Jesucristo. Para mejor conseguirlo creyeron que les era conveniente quitar de por medio á su vicario TOM. IV. t el romano Pontífice, á aquel Gran Lamma, que ellos decian solo adoraban neciamente los fanáticos. Despedazada la Iglesia por un cruel cisma, y dispersos los cardenales, contaban plantar los incrédulos las máximas de la impiedad sobre las ruinas de la misma Iglesia. Con el arresto y muerte del virtuoso pontífice Pio VI, no consiguieron sino en muy pequeña parte su intento. Pero por lo mismo Napoleon se propuso, y aun se lisonjeó poderlo llevar á cabo. Y así conduxo casi arrestado hasta Fontineblau al actual pontífice Pio VII. Allí lo ha tenido sin comunicacion, y recibiendo los mayores ultrages y desprecios, qual si fuese un facíneroso ó malhechor. Pero aquella mano, en verdad todo poderosa y divina, que, aunque invisible á nuestros ojos, libró á san Pedro y san Pablo de sus mayores peligros, trabajos y tribulaciones, y prolongó su vida hasta el punto determinado en sus eternos designios, ha preservado tambien á Pio VII. Y para mas ostentar su infalibilidad y poder, parece que ha dispuesto la vuelta de tan perseguido y virtuoso Pontífice á su cátedra y estados por un modo ó medio que el impío Napoleon acaso juzgaria imposible. Sí, él puso á su hermano político Joaquin Murat sobre el trono de Nápoles, creyendo que sería una de las columnas mas fuertes y auxiliares de su tan poderoso imperio. Mas él ha visto con la mayor confusion y asombro que este su mismo hermano y príncipe, no solo lo ha desamparado, |
