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lo agora es mal caso;» y que este testigo no se hallaría en lo que ellos querían hacer, si no era para morir á par del señor teniente; y con esto, este testigo se salió de allí y dejó á los dichos padre Juan Lobo y Hernán Rodríguez de Monroy y Martín de Valencia; y que luego dende á un poco se salió de allí el dicho padre Juan Lobo, y fué á casa deste testigo; y hablando ámbos solos, acordaron de venir á hablar al dicho señor teniente y darle cuenta de todo lo que pasaba; é que así fueron y se lo dijeron; é que después desto, yendo este testigo y el dicho padre Juan Lobo por la plaza desta dicha cibdad, toparon con el dicho Hernán Rodríguez de Monroy y les preguntó que donde iban; y queste testigo dijo que iban de avisar al dicho señor teniente de todo lo que pasaba; y que entonces el dicho Hernán Rodríguez les dijo: «señores, dadme consejo, ¿qué haré, que tengo una carta de Pero Sancho?;» que entónces el dicho padre Lobo dijo que lo dejase, que él era clérigo y que no quería entender en tales cosas; y que este testigo dijo: «no hay otro remedio sino que esa carta la llevanos al señor teniente;» é que así se la llevaron luego este testigo y el dicho Hernán Rodríguez de Monroy. Fué preguntado por el dicho señor teniente que, so cargo del juramento que tiene hecho, diga y declare qué personas sabe ó ha oído decir que estuviesen aparejadas para favorecer las cosas del dicho Pero Sancho; el cual dijo que, so cargo del dicho juramento, que no nombraron á otro sino á el alcalde Rodrigo de Araya, y que el dicho Hernán Rodríguez de Monroy había dicho á este testigo que había mucha gente para ello; mas que no le declararon los nombres: y questo es lo que sabe deste caso, y es verdad por el juramento que tiene hecho, y firmólo de su nombre. Alonso de Córdoba.

É luego en el dicho día, ocho del dicho mes de Diciembre del dicho año, el dicho señor teniente mandó que sea ratificado el dicho Alonso de Córdoba en su dicho y confisión, el cual paresció é le fué leído este su dicho por mí el presente escribano, é dijo que lo en él contenido es verdad, y en ello se ratificaba y ratificó, y lo firmó de su nombre.Alonso de Córdoba.

É luego en el dicho día, mes é año susodichos, ante el dicho señor teniente juró el dicho padre Juan Lobo en forma de derecho, según su orden, por mandado de su perlado y pedimiento del dicho señor teniente, é prometió decir verdad. É siendo preguntado ques lo que sabe é ha oído decir acerca del motín del dicho Pero Sancho y Juan Ro

mero, dijo que hoy dicho día que se contaron ocho del presente, estando este testigo en su posada, vino á él Hernán Rodríguez de Monroy, y le dijo que agora tenía necesidad deste testigo y demás amigos, que para estos tales tiempos eran los hombres como este testigo; porque Pero Sancho era gobernador del rey y porque toda la tierra era en ello, y un alcalde del rey para darle la posesión entraba en ello, y que para esto era menester el favor deste testigo para prender á Francisco de Villagrán; y que este testigo, viendo que iban perdidos, y en desacato del rey y de su capitán y justicia, le dijo mirad, señor, que quien quisiese abajar á Francisco de Villagrán del estado en que está, tengo de morir yo en la delantera;» é que luego el dicho Hernán Rodríguez dijo: «pues, señor, vayan á llamar á Alonso de Córdoba,» y que le llamaron con un muchacho; y venido á donde estaba este testigo y el dicho Hernán Rodríguez, se contó el caso para que le llamaban; y que, oído por el dicho Alonso de Córdoba, le dijo al dicho Hernán Rodríguez: «señor, no consiento en eso porque váis perdidos, y es muy gran deservicio de Dios y del rey, y que con esto se fué cada uno á su casa; y luego este testigo fué al teniente Francisco de Villagrán y le dijo: «señor, muy grande tumulto hay en el pueblo, y la tierra se pierde, mirad por vos;» y que el dicho señor teniente le dijo como era lo que sabía; y este testigo le dijo: «un hombre acaba agora de llegar á mi casa diciendo que este testigo le ayudase para que le prendiesen al dicho señor teniente y para hacer una información para enviar al rey de lo que pasaba en esta tierra; y que este testigo le había respondido que no era su voluntad en ello, á lo que entonces el dicho señor teniente le apremió á este testigo, y le dijo: «decidme quien es ese hombre, sino daros he de puñaladas», y que este testigo le dijo: «bien lo podéis, señor, hacer de hecho, mast no de justicia, porque yo no soy obligado de mi oficio como clérigo sino á avisaros, mas, vuestra merced, poco más ó ménos, bien puede pensar de donde viene ésto;» é que entonces el dicho señor teniente le dijo á este testigo que se fuese á su casa y que si alguna cosa se recreciese, quél y sus amigos lo hiciesen como servidores del rey, y que este testigo le prometió de morir delante del servicio de Dios y del rey; y que salido que fué este testigo de casa del dicho señor teniente para irse á su casa, halló en el camino al dicho Hernán Rodríguez de Monroy que le iba á buscar, é que como le vió salir de casa del dicho señor teniente, le dijo: «señor, sábelo ya ésto el señor teniente;» y que este testigo le

dijo que fuese á decir la verdad de todo lo que pasaba al dicho señor teniente; é quel dicho Hernán Rodríguez le dijo: pues, señor, veis aquí una carta que Pero Sancho me acaba de enviar agora, y que este testigo le dijo: «pues, señor, id en casa del teniente, y enseñalde esɛ carta y decilde la verdad de lo que pasa;» y que esto es lo que sabe y pasó deste caso, y es la verdad. É siendo leído este su dicho y confisión por mí el presente escribano, dijo que lo en él contenido es la verdad como lo tiene dicho por el juramento que tenía hecho y en él se ratificaba, é ratificó, y lo firmó de su nombre.-Juan Lobo.

Sobre lo cual luego este dicho día juró el muy reverendo señor el bachiller Rodrigo González, vicario general en estas provincias, según su órden, ante el dicho señor teniente, y prometió de decir verdad; é siendo preguntado por el tenor de la dicha cabeza de proceso, dijo que lo que sabe deste caso es que hoy dicho día, que se contaron ocho del presente, el padre Juan Lobo, clérigo, vino á este testigo estando en la iglesia mayor desta cibdad, al cual llegó muy escandalizado y le contó como venía de decir al dicho señor teniente Francisco de Villagrán el alboroto que al presente había habido y había sobre el alzamiento de Pero Sancho; y que visto por este testigo lo que así le dijo, cree que verdaderamente nos perdiéramos y esta cibdad no permaneciera, y que sabe que si no fuera el señor Francisco de Villagrán teniente al presente, por ser, como es, tan bien quisto, todos se perdieran y la tie rra se despoblara, y que esto es lo que sabe y es la verdad por el juramento que tiene hecho; y siéndole leído este su dicho y declaración por mí el presente escribano, á mí luego de presente, dijo que lo en él contenido es la verdad, etc.-Rodrigo González, vicario.

E luego en este dicho día mes é año susodicho, el dicho señor teniente fué á la cárcel pública desta dicha cibdad á donde estaba preso y con prisiones el dicho Juan Romero para le tomar su dicho y confisión: le fué tomado é recebido juramento en forma debida de derecho, por Dios y por Sancta María, y por una señal de la cruz en que puso su mano derecha, á la conclusión del cual dijo: sí juro é amen, é prometió decir verdad. E siéndole preguntado por el dicho señor teniente é dicho que por cuanto Pero Sancho de Hoz es ya muerto por mandado de la justicia en nombre de S. M., porque era traidor, que quería amotinar y andaba alborotando los españoles que están en esta gobernación, que por tanto, pues él está preso por haber andado en compañía y morar junto

con el dicho Pero Sancho, que diga la verdad quién son las personas que le habían de acodir y dar favor para el dicho motín y alzamiento contra el real servicio de S. M.: el cual dijo que, so cargo del juramento que tiene hecho, que ayer, que se contaron siete del presente, estando este que declara en casa de Pero Sancho de Hoz, que venía el dicho Pero Sancho de la madera, ques cinco leguas desta dicha cibdad, é que le dijo éste que declara: «ya es partido el gobernador Pedro de Valdivia;» y con el dicho Francisco Gudiel, que Rodrigo de Araya, alcalde, le ha dicho que dónde estaba Pero Sancho, que pesase á tal con él, que á dónde andaba, que si era molinero, é que este declarante le respondió al dicho Gudiel, que qué quería que hiciese un hombre que estaba solo y moría de hambre y no tenía quien le favoreciese. E que el dicho Francisco Gudiel replicó, é le dijo que toda la tierra estaba por él y que todos estaban esperando quien tomase la voz del rey para enviar y dar mandado al Perú como se iba el dicho gobernador Pedro de Valdivia y dejaba robada la tierra y que llevaba los quintos reales; y que este declarante le dijo: «¿qué queréis que se haga? que yo le enviaré á llamar, que está en la madera»; é que ya este declarante antes desto le había enviado á decir al dicho Pero Sancho lo que pasa; é que á este tiempo el dicho Pero Sancho ya era venido, é que este declarante no le había visto; é desde allí donde estaba platicando con el dicho Gudiel, que era en la plaza de esta cibdad, le vino á decir un muchacho del dicho Pero Sancho que ya era venido su señor, y que este declarante fué allá; é quel dicho Pero le dijo: «¿qués lo que hay acá?» é que le respondió este que depone é le dijo cómo era ido el gobernador Pedro de Valdidia y que había venido en su nombre el señor teniente Francisco de Villagrán. A [lo] quel dicho Pero Sancho dijo: «¿pues qué es lo que sobre eso acá pasa?» y que este que depone le dijo como en esta cibdad estaban y le habían hablado Antonio Tarabajano, ayer dicho día, que se recibió por teniente al dicho señor Francisco de Villagrán [diciéndole] ¿dónde está Pero Sancho de Hoz, que nunca ha tenido mejor tiempo que agora? Y que éste que depone le dijo: «en la madera está.» Y quel dicho Antonio Tarabajano dijo: «pues decilde que se ponga de todo vos y él, que nunca hará cosa buena, pues agora no se halla aquí.» Y que este que depone le dijo: «¿pues, qué hay? Y quel dicho Taravajano replicó diciendo: habéis de saber questán en cabildo, y quel gobernador es ido y deja robada la tierra, y si aquí estuviera Pero Sancho y

pareciera en cabildo le recibieran por capitán é por gobernador.› E que este que depone replicó é dijo: «¿qué queréis que haga en esta tierra, que ha estado siete años esperando á que el rey provea en ella lo que fuere su servicio é que agora por apetito de tres meses, que puede tardar el socorro y de venir el rey, y no quiere perderse, que yo le tengo por sabio y no lo hará.» Y quel dicho Tarabajano replicó é dijo: «¡por Dios! que así es ello: hacen bien.» Y aqueste declarante le dijo que lo que sentía de Pero Sancho era que con un bastón en la mano y con las provisiones en la otra, iría al cabildo y requeriría como capitán y criado del rey que le enviase á dar mandado al Perú como el gober nador se iba, y que no sabía á dónde iba, si se iba á Francia ó á Italia; y que esto que tenía dicho este declarante lo comunicaba con lo demás que aquí dirá con el dicho Pero Sancho al tiempo que vino á esta cibdad de la madera donde era ido, é que asimismo le dijo el dicho Pero Sancho á este que depone, que pensaba tomar las provisiones que tenía y una vara de justicia, é ir con ella al cabildo desta cibdad y pedir que por virtud de aquellas provisiones que llevaba en la una mano y en la otra la dicha vara, y que dijera en el cabildo á los que se hallasen que le recibiesen, y que se enviase mandado por la mar ó por la tierra al Perú para que se tomasen los puertos y se supiese dónde iba el dicho gobernador Pedro de Valdivia, porque los que le habían recebido eran obligados á pagar todo el daño y mal que había hecho en la tierra y habían de dar cuenta dello.

Preguntado por el dicho señor teniente que fué lo que demás de lo dicho le dijo el dicho Francisco Gudiel, dijo que le había dicho que haría Pero Sancho de Hoz, que por qué no salía pues tenía á Diego de Céspedes y Antonio Zapata, y á Rabdona, y á Rodrigo de Araya y á todo el pueblo. Preguntado que otras personas le han hablado al dicho Pero Sancho ó á éste que depone sobre lo susodicho, dijo que Andrés de Escobar, éste que depone fué á hablar con él á su casa del dicho Escobar ayer noche, siete del presente, y le dijo: «¿qué hay?» é que el dicho Escobar dijo: «no sé: juro á Dios, ¿adonde está Pero Sancho?» y que éste que depone dijo: «en la madera está, cinco leguas desta cibdad> Y aquel dicho Escobar dijo: «yos diré que han estado treinta hombres de (á) caballo para ir á dar un barreno al navío donde va el gobernador y darle un barreno para que viniese á tierra.

Y queste que depone le dijo: ¿con quién habían de ir? Y que le

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